Mujica, siempre polémico
El gobierno de los Kirchner es “lo mejor que han tenido como gobierno de izquierda. Ahora, son peronistas, patoteros. Dios me libre”. Los radicales son “muy buenos tipos, pero nabos”. Carlos Menem es “un mafioso y un ladrón”, dijo Mujica.
[HTMLp>Pepe, coloquios, el libro de conversaciones con el candidato presidencial uruguayo José Mujica se presentó el fin de semana en la Feria del Libro de Montevideo, pero donde está haciendo olas no es tanto de aquél como de este lado del río, donde casualmente se encuentra su competidor por el Partido Blanco conservador en las próximas elecciones, Luis Lacalle (ver páginas 24 y 25).
El motivo de la polémica han sido observaciones que el dirigente de Tupamaros desgrana sobre la política argentina, pero que el autor de las entrevistas asegura que fueron sacadas de contexto. “Este gobierno (por la gestión de los Kirchner) es de lo mejor que han tenido como gobierno de izquierda. Ahora, son peronistas, patoteros. Dios me libre”, es una de las frases de Mujica sacadas del libro de entrevistas, en el que opina además que los radicales son “muy buenos tipos, pero nabos”, que Carlos Menem es “un mafioso y un ladrón” y en general que el país “tiene reacciones de histérico”.
En otra frase, Mujica considera que “no se puede creer que la Argentina sea un pueblo de tarados, porque tiene una intelectualidad potente y pensadores importantes”. Pero señala que su problema es “político” porque “la institucionalidad no vale un carajo”.
Como ya lo había hecho en oportunidades anteriores, habló críticamente sobre el conflicto con las entidades del agro. “¡Tenían una cosecha de 25.000 millones de dólares! De soja. Y se ponen a pelear, en momentos de decir ‘vendé, después nos peleamos, pero primero vamos por la plata’. Perdieron más de siete, ocho mil millones de dólares, perdieron todo, lo evaporaron. Son totalmente irracionales.”
Mujica estimó que la “Argentina no llegó al nivel de democracia representativa”, por lo que “hay que luchar por hacer la realidad inteligible en ese país”.
En otro tramo del libro, reconoció que los argentinos “nos quieren pila”, pero aclaró que eso “no” es recíproco, “porque nosotros –de Argentina– tenemos la impresión de Buenos Aires; en las provincias la gente es distinta. Además otra cosa –apuntó–; nosotros, cuando tenemos que rajar, el primer lugar es allá; y dentro de Argentina, sobre todo Buenos Aires. El uruguayo es como un yuyo en Buenos Aires”.
Ante la repercusión que tuvieron los dichos, el autor del libro, el periodista Alfredo García, salió a aclarar que “las frases están sacadas de contexto”, aunque no las desmintió, sino que las precisó.
“Las charlas están grabadas y son así, pero muchas están sacadas de contexto. Nuestra idea era adjuntar al libro un CD con las grabaciones, pero no se pudo. Hay cosas que fueron públicas y otras que no, pero no se olviden de que estamos en campaña y esto puede malinterpretarse”, sostuvo.
Mujica criticó aspectos de Cuba, país que a su criterio “se cae a pedazos, se cae de vejez”. Sus cuestionamientos principales apuntaron a los medios de la isla: “¿Vos viste lo que es la prensa de Cuba? No se puede leer (...) por aburrimiento (...) Es insoportable”, aunque el senador uruguayo también cargó contra el sistema económico: “Vamos a dejarnos de joder; hay que tener la frescura de reconocer las cosas que son grandes. Un margen de competencia es sano”, sostuvo, y señaló que en Cuba existe “una economía paralela, clandestina”, que produce “sociolismo” en vez de socialismo.
El candidato del Frente Amplio, de 74 años, encabeza todas las encuestas para las elecciones del 25 de octubre para suceder a Tabaré Vázquez. En segundo lugar está el postulante conservador Luis Lacalle, del Partido Nacional, quien ayer aprovechó para criticar las opiniones de Mujica considerándolas agraviantes.
“Las declaraciones son insultantes para el Gobierno, la oposición y todos los partidos argentinos. No son propias de alguien que aspira a la presidencia”, aprovechó Lacalle para cuestionar a su competidor. En la misma línea, su compañero de fórmula, José Larrañaga, agregó que “no se puede descalificar al gobierno argentino” y arriesgó un análisis psicológico: “Revelan que en su subconsciente, Mujica no quiere ser presidente”.
Larrañaga agregó que Mujica no puede excusarse, porque “ahora no va a decir que lo sacaron de contexto”. Dirigentes del opositor Partido Colorado también salieron a pegarle, aunque con la advertencia de que el gobierno argentino “no tiene que influir en las elecciones del Uruguay”.
En 2002 el entonces presidente uruguayo Jorge Batlle protagonizó un episodio mucho más grave por su rol institucional y por su contenido, cuando aseguró que los argentinos eran “una manga de ladrones del primero al último”. Luego se sintió obligado a pedir disculpas entre lágrimas a quien era su par, Eduardo Duhalde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario