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sábado, 18 de julio de 2009

De "Ortigas" Poema de Natalia Fortuny ( Hasta los huesos)

los paisajistas del río hudson
tiraban árboles
para pintar con más perspectiva
algo parecido hacen
los traficantes de monos del río paraná
eligen un mono en una isla pequeña
le cortan árboles de a uno
hasta que pierda pata y caiga
o hasta que se acaben los árboles
después cruzan el río en canoa
con los monos atados
hace años
un carayá escapó al llegar a la orilla
mojado exhausto marrón
se refugió en los árboles de nuestro parque y se quedó
sólo bajaba al balde con pan y leche
para subir rapidísimo
para apreciar de lejos a las chicas de la familia
a sus pulseras de plástico
aunque saben nadar
los monos prefieren las alturas
y una vez atrapados pierden todo
en este caso, pasados los años
perdió pie como antes
sobrevivió dos días a una tormenta
envuelto en toalla en parte trasera de la camioneta
entonces se vieron y escucharon varias cosas
la mirada es de humano fijate
de este estilo inolvidables
o guardadas hasta que algo las llamara:

un mono macho encerrado en un balcón de la calle malabia
algún dolor repentino.

Lo concreto en los blogs...por Natalia Zuazo de Amphibia,éste artículo es de Junio de 2008.

El sábado hablé sobre cómo leen y escriben los jóvenes en internet, para profesores en Ciencias de la Educación, profesores en Letras y psicólogos especialistas en enseñanza y aprendizaje, todos haciendo un posgrado en Escritura y Alfabetización.

Es una clase de tres horas, muy empírica, en la que muestro ejemplos que a mí me parecen interesantes de prácticas de escritura y lectura: hablo muchísimo de fotologs, de juegos, de blogs, de escribir colectivamente un google doc, de cómo se produce una noticia online, de armar un lector de noticias, de Wikipedia, de Twitter, de 20palabras.

También trato de conceptualizar, pero lo más interesante es cuando me cuentan qué partes de ese mundo les interesan a ellos, que están pensando casi todo el tiempo en cómo enseñarle mejor a los chicos. Y esas cosas que a ellos les interesan siempre me hacen volver a pensar que el verdadero sentido de internet está en lo concreto, en lo que se puede hacer, en la idea trasladada a un proyecto puesto en marcha.

Estas fueron las 5 cosas que más les interensaron, las que les preocupaban, preguntaron y discutieron conmigo y entre ellos:

1) Hablando de abrir un google doc para escribir colectivamente: “¿Cómo se hace para que la edición colectiva de internet no quite “la marca de estilo” de los autores?”

2) Hablando de Wikipedia: “¿Quién se hace responsable por la autoría?” “¿Y por los datos falsos?”

3) Hablando de 20palabras: “¿Tenemos que volver a la pirámide invertida para escribir noticias?” (Fue una pregunta de una profesora que había venido de Chile, y en su colegio un periodista muy importante les había dicho en un taller de periodismo que las noticias ya no se escribían más con pirámide invertida, sino comenzando por describir un lugar, una cara, una situación).

4) Hablando de la cantidad de amigos y actividades de los chicos en fotolog, facebook o hive five de los chicos: “¿Cómo hacer para resguardar la intimidad?”

5) Hablando de leer, conversamos mucho sobre cómo facilitan las múltiples tareas las pestañas del Firefox y los lectores de noticias.

Y lo que me quedó a mí:

1) Que los casos de Wikipedia y 20palabras interesan exponencialmente más que cualquier otro. Puedo dar miles de ejemplos de escritura en internet, pero las discusiones siempre se alargan en esos dos temas.

¿Por qué creo que es así?

Porque ambos son proyectos capaces de ser hechos y potencialmente ricos para enseñar. Pero además porque sus ideas centrales (lo colaborativo de wikipedia, lo móvil y breve de 20p) son replicables para otros proyectos.

Sigue, sí, preocupando la confiabilidad de Wikipedia. Pero cuando pensamos si creerle más a Encarta o a un mapa de Bosnia hecho por un croata, y volvemos a la idea de que nada nunca es del todo democrático, la discusión sigue estando, pero no se transforma en un obstáculo.

Las dudas de 20palabras (¿se puede decir todo en 20 palabras?, ¿no se necesita analizar más?) también caen cuando la idea se replica para otros ejemplos que se pueden hacer en una escuela, pero también, para las noticias, lo importante es que ¡no!: la pirámide invertida nunca va a morir.

2) Que es importante el poder aliviador de esta frase: “para los chicos no existe la separación entre mundo virtual y mundo real“, que lo que sucede en un lugar sucede en el otro, que no hay una pared. Es si mucho más aliviador si nosotros mismos no los suponemos como mundos distintos.

Pensar en esos términos produce una tranquilidad fabulosa y nos permite avanzar discutir y pensar cómo adueñarnos de los “nuevos” o “viejos” mundos que queramos para hacer cosas en ellos.

3) Que yo había olvidado la preocupación por el “estilo del autor”, tal vez porque la edición en medios me hace pensar en el estilo “de un medio” y no “de un periodista”. Para mí es difícil pensar en el estilo o en “la firma” después de internet. En cambio, creo que sí se pueden producir marcas de estilo (individual y colectivo) a partir de la producción de nuevos contextos o de explotar aún más los que existen.

4) Que, hablando de blgos, no interesa mucho la regla ni el estilo, si hay foto o no, si el texto era largo o corto, si había o no comentarios. Nadie intentó clasificar ni conceptualizar los blogs, sino que se preguntaban cómo hacer algo que no estuviera ya hecho con los blogs, y sobre todo para qué hacerlo, o por qué no pensar los fotologs que todos los chicos ya tienen no pueden reinventarse y usarlos para más.

Lo concreto. Creo que eso en eso vamos a seguir pensando. Y haciendo, mejor.

Hasta luego Bill...( éste artículo tiene un año),pero no pierde actualidad,de Amphibia. 1ª Parte.

William Henry Gates III, Fundador de Microsoft, abandona finalmente su despacho en la compañía tras un largo y anunciado adiós.

Ayer tuve la oportunidad de colaborar un poco con Marimar Jiménez en el correspondiente artículo de Ana Nieto en Cinco Días al respecto, y eso me dio la oportunidad de pensar sobre lo que algunos califican como “el fin de una era”, y sobre los puntos positivos y negativos que la figura de Bill Gates ha tenido en la historia de la tecnología.


Gates ha sido, sin lugar a dudas, una de las figuras más importantes e influyentes en la historia de la tecnología.

Conocí brevísimamente a Bill en Junio de 1991 cuando, prácticamente recién entrado en el Instituto de Empresa, me tocó organizar la concesión del primer MBA Honoris Causa: yo era un chaval histérico con la presión de la organización del evento, y él un joven con aspecto despistado e incluso algo desaliñado.

Más tarde aprendí que la historia de Bill Gates e incluso la de Microsoft se resumía fácilmente en pocas palabras: haber estado allí cuando IBM necesitó algo de ellos, y haber sabido aprovechar la oportunidad de lo que fue ese Microsoft’s Lucky Day

Que tan bien contado aparece en este documental de ocho minutos que suelo utilizar en clase:

La llamada de Jack Sams, su visita a la compañía (donde según él mismo, pensó que Bill era poco menos que el chico de los recados :-) y la petición de desarrollo de un paquete de sistema operativo y lenguaje BASIC para instalar en su IBM PC, que como Microsoft no tenía, adquirió a otra compañía por cincuenta mil dólares, en el mejor equivalente moderno de la venta de la isla de Manhattan por veinticuatro dólares.

El resto, es historia.

Desde semejante mágico momento, embrión de algunas de las fortunas más grandes del mundo, ¿qué cosas cuentan en el activo y cuáles en el pasivo de Bill Gates?

En primer lugar, por supuesto, la visión de una informática diferente: sencilla, barata, al alcance de cualquiera… “un PC en cada casa, todos ellos corriendo Windows”.

Antes de Gates, un proceso de textos como el WordStar o el WordPerfect, o una hoja de cálculo como Lotus 1,2,3 era algo que había que adquirir de manera independiente, con precios fuera del alcance del consumidor medio, y que todos teníamos copiado de un amigo de un amigo de un amigo que conocía a otro amigo que lo tenía en su empresa.

Después de Gates, los programas pasaron a costar una fracción del coste original, se usaban de manera muy sencilla, y venían prácticamente preinstalados en el ordenador que acababas de adquirir. Estratégicamente, una de las visiones más brillantes de la historia de la tecnología.

Apostar además por el volumen es claramente el segundo acierto: los programas de Microsoft estaban disponibles para cualquiera, venían con la máquina, se podían copiar fácilmente sin necesidad de levantar protección alguna, eran baratos…
entender que lo importante no es ganar dinero a corto plazo vendiendo licencias, sino construir la base que te permitirá vender cualquier cosa en el futuro venidero es, sin duda, otra gran visión.

Al cabo de dos versiones, la compañía podía ya ser más rápida y mejor que ninguna otra preparando herramientas para el propio ecosistema que había sido capaz de generar.

Un ecosistema en el que podía, además, evitar la entrada de terceros simplemente negándoles las llaves de las APIs, u ofrecer cualquier prestación que hubiesen visto que los usuarios podían desear.

Un control total, basado en el dominio de la plataforma y en la definición de estándares propios que, de manera automática, se convertían en estándares de facto, que el resto del mercado estaba obligado a soportar e incorporar.

Hasta luego Bill...( éste artículo tiene un año,pero no pierde actualidad,de Amphibia. 2ª Parte

¿Tercer acierto, para mí?

La redefinición del concepto de cliente.

Bill Gates se dio cuenta de que los clientes de su empresa no eran los consumidores, fuesen éstos empresas o particulares, sino otros muy distintos: fundamentalmente, los fabricantes de ordenadores.

La empresa ha sido capaz de ofrecer la razón más clara y contundente para que los usuarios se cambiasen de ordenador: ofrecerles programas que no funcionaban en su ordenador antiguo.

Esto convirtió a Microsoft en el socio que los fabricantes necesitaban para dinamizar su mercado: de no ser por la salida de un nuevo sistema operativo, los usuarios tenían un incentivo muy escaso para cambiar de máquina.

Así, Microsoft empezó a desarrollar sus sistemas con el objetivo de conseguir que aumentasen de tamaño y complejidad lo suficiente como para que nadie en su sano juicio pudiese instalarlos sobre su máquina antigua.

La pena por no hacerlo era, además, quedarse desfasado y empezar a recibir documentos en un formato que no se podía abrir o daba problemas de compatibilidad. En último término, y por mucho que te hayas gastado en licencias de Windows o de Office, ni tú ni tu empresa habéis sido nunca clientes de Microsoft.

Sus clientes eran, en realidad, Hewlett Packard, Dell, Lenovo, Acer y tantos otros. Nosotros no eramos clientes. Nosotros éramos las víctimas.


¿En el lado negativo? En primer lugar, la forma de entender la competencia. Podemos pensar que el fin de toda empresa en el ecosistema capitalista es convertirse en un monopolio, pero Bill Gates, en ese sentido, tomó una interpretación tan abusiva y predatoria que se convirtió, de hecho, en el principal obstáculo a la innovación.

La agenda de productos de Microsoft, dictada únicamente por consideraciones de cuota de mercado (”hay que sacar Windows 98, porque el ritmo de ventas de Windows 95 ya ha bajado y estos chicos necesitan además vender ordenadores”), se convirtió en un auténtico “rodillo” imposible de superar: si destacabas, la empresa no tenía más que ofrecer un producto alternativo integrado en su sistema operativo, o de alguna manera negarte el acceso a su base de usuarios.

Es un claro ejemplo de la evolución de un monopolio en el tiempo: de permitir una cierta y beneficiosa organización de un mundo hasta entonces incompatible y caótico, a convertirse en un obstáculo para el progreso.

En segundo, no haber sabido ver a tiempo ni el fenómeno Internet, ni el desarrollo de la Web, ni mucho menos eso que se ha dado en llamar la Web 2.0.

Bill Gates llegó tarde, mal y a rastras a todas ellas, y eso fue, por ejemplo, lo que dejó huecos por donde pudieron entrar terceros como la mismísima Google, definida hoy como su principal amenaza.

En su mentalidad, una red libre organizada en base a protocolos abiertos y disponibles sin excepción para todo el mundo era algo incompatible con su estrategia, y además, tan de imposible control, que no podía traer nada bueno. Su apuesta inicial por redes cerradas y propietarias le impidió convertirse en una empresa capaz de entender la red, algo que aún sigue pagando.

Finalmente, y muy relacionado, la incapacidad para entender que la caída de los costes de transacción y comunicación llevaba de manera inexorable a que el desarrollo de productos se hiciese de manera más ventajosa cuanto más abiertamente se plantease.

La irrupción del software libre es algo que Bill Gates nunca fue capaz de entender: pensar hoy en día en el potencial de una Microsoft que hubiese empezado a abrir determinadas partes de sus desarrollos hasta convertirse en una empresa con la participación de las comunidades y el aporte constante de ideas de terceros es algo casi obsceno.

Además, la propia actitud de la compañía al respecto ante una competencia que no podía comprar ni sabía como combatir, convirtió a la Microsoft de Gates en “la bestia negra”, en “la bicha” que todo desarrollador de software libre quería combatir: la motivación de “luchar contra el lado oscuro” ha sido durante años una de las razones más poderosas para su popularización.

Hoy se despide de su compañía una figura histórica, alguien que ha tenido un importantísimo papel en la definición de la tecnología que hoy tenemos en nuestras manos. ¿Será capaz su compañía de recorrer los pasos que William Henry Gates III no fue capaz de dar, y de mantener su posición de influencia en la escena tecnológica del siglo en que vivimos?

Desde mi punto de vista de persona que ya no usa prácticamente ninguno sus productos, creo que no.

Pero eso no debe impedirnos reconocer los méritos de alguien indispensable para entender la evolución y la historia de la tecnología de los años finales del siglo pasado. Es tiempo de valorar la historia y, porqué no, de pensar en su papel en otros temas completamente diferentes en el futuro.

Dec´logo del Bloguero con éxito

Decálogo del ‘bloguero’ con éxito

Publicado el 28-03-2008 , por Adriana Blanco/Enrique Dans

¿Quiere hacerse un hueco entre las bitácoras más leídas de la blogosfera?

Aquí tiene diez consejos para conseguirlo.

En el mundo se crean unos 120.000 blogs diarios.

Y, como es lógico, no todos gozan del mismo estatus.

Unos son muy visitados y otros caen rápidamente en el olvido.

Pero los hay que se han convertido en verdaderas minas de oro, en empresas que ingresan más de un millón de euros anuales sólo en publicidad.

Es difícil saber qué estrategia siguen estos blogueros para conseguir tanto éxito, pues cada uno tiene su estilo, una enseña propia que los hace diferentes. Sin embargo, sí existen unas pautas que conviene seguir.

Enrique Dans, profesor del Instituto de Empresa y experto en nuevas tecnologías, arroja un poco de luz a este tema con el Decálogo del bloguero con éxito.

Empiece explorando.

Un bloguero empieza a serlo cuando lee blogs, no cuando los escribe. Lo primero es meterse en los temas que gusten, ver quién escribe sobre ellos, qué cosas dice y cómo las dice. Construya un conjunto de blogs que leer de acuerdo con sus intereses, y desarrolle el hábito de leerlos.

Un día notará que el cuerpo le pide comentar algo: hágalo, y empieza a desarrollar su identidad en la Red, a meterse en la conversación. Otro día, de manera casi natural, le apetecerá empezar el suyo. No se bloguea con la cabeza, se bloguea con los pies.

No se trata de que aporree el teclado con sus miembros inferiores, sino de darse cuenta de que si escribe un blog para contar lo que sabe de un tema, las ideas se agotarán en pocas semanas.

Por mucho que sepa, al cabo de poco tiempo empezará a tener la sensación de haberlo contado todo, y en ese momento el blog estará muerto. Se bloguea con los pies porque se escribe de lo que le pasa cada día, y eso da al blog el componente de diario, que es una de sus señas de identidad.

Tenga siempre una fuente que le aporte temas frescos todos los días.

Escriba con regularidad. Haga de ello un hábito.

Puede ser diario, semanal o como quiera, pero debe tener cierta periodicidad. El hábito debe crearse en usted y en sus lectores para que tengan ganas de suscribirse.

El valor de su blog no está en las visitas diarias, sino en sus suscriptores.

Vincule, vincule, vincule.

Un blog es una conversación, y en la web se construye vinculando.

Ofrezca a sus lectores todas las fuentes que pueda, lo que le llevó a escribir cada cosa, lo que consultó, citas interesantes...

Vincúlelo todo: si sus lectores encuentran interesante lo que escribe y lo que vincula, volverán.

Recuerde que si cita a alguien es posible que haga clic para ver qué ha dicho de él.

Escriba para usted, no para los demás.

Un blog es un diario personal, aunque sea colectivo.

Escriba lo que le apetezca, y mande a paseo a quien entre a decirle sobre qué puede escribir y sobre qué no.

Es su casa, y las reglas las pone usted.

A quien no le guste, que se vaya.

El que tiene que estar contento con lo que hace es usted.

Tampoco escriba para los motores de búsqueda.

Que su blog esté limpio para que lo encuentren es interesante, pero de ahí a que Google condicione su estilo va un largo trecho.

Si lo construye, ellos vendrán, no busque atajos porque no funcionan.

Use su blog para algo que tenga valor para usted. Es la única manera de que uno mismo lo aprecie y le otorgue la prioridad adecuada.

Su blog puede darle valor porque se convierta en un archivo de cosas que ha escrito o leído, porque le proporcione influencia, le haga sentir bien, etc. Pero es importante que ese valor exista, porque escribirlo requiere esfuerzo y si no se ven frutos claros, terminará dejándolo.

Piérdale el respeto a Internet. Internet no son las tablas de la ley, no tiene que escribir con un estilo perfecto, ni pensar muchísimo los temas. Si el medio le presiona, escribir se convertirá en un castigo.

Escriba con un tono informal, sencillo, en pijama y zapatillas, relajado. Controle sus estadísticas. No se obsesione con ellas, pero úselas para ver de dónde le viene el viento, qué sitios le envían visitas, por qué lo hacen, quiénes le vinculan o a qué responde su tráfico. No escriba para ellas, pero tampoco navegue a ciegas.

No alimente al troll.

Tarde o temprano aparecerá en su blog gentuza con vocación destructiva, con ganas de insultar, de criticar por criticar.

Que no le tiemble la mano: ponga unas reglas claras, borre lo que no las cumpla, y jamás responda a la provocación, porque eso les proporciona la felicidad más intensa.

Tampoco caiga en la trampa de confundir trolls con opiniones discordantes.

Si no permite el debate, su blog perderá valor, pero nada ni nadie le obliga a mantener colgado en la pared de su casa algo feo.

Borrar la basura no es censurar, es tener sentido común y cuidar su casa para que otros se sientan a gusto en ella. No mienta. En la blogosfera, se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Si lo que escribe lo ha leído en otra parte, vincúlelo, déle crédito. Si no está seguro de algo, dígalo. No muestre una falsa seguridad.

Un blog no es un sitio para demostrar lo mucho que se sabe, no es un minarete al que subirse para predicar, porque parecerá prepotente e insoportable.

Es un sitio donde siempre habrá alguien que sepa más que usted del tema del que está hablando.

Acéptelo.

Si intenta ser siempre el más listo de la clase, se frustrarás.

Y de propina...

El verdaderamente indispensable: PÁSELO BIEN y disfrute.

Si lo demás falla, encomiéndese al destino...La diferencia está en hacerlo de forma premeditada o que el éxito le asalte por sorpresa. No es imposible, hay varios casos.

El más conocido probablemente sea el de la llamada “abuela bloguera”: María Amelia, una coruñesa de 95 años y el bloguero más anciano del mundo. A María Amelia el éxito le llegó por sorpresa.

Ella ni siquiera lo buscó, sólo quería comunicarse: “Mi nieto me regaló un blog porque yo estaba sola y me estaba aburriendo muchísimo”, afirma. “Yo, en realidad, no hice nada, sólo dije que quería comunicarme con alguien y pasar el rato, porque un anciano necesita hablar. Si no tenemos conversación, nos quedamos tontos”.

Ahora, gracias a Internet, tiene amigos de todo el mundo, y han visitado su blog más de un millón de personas. María Amelia siente que ha rejuvenecido 50 años.

“Internet es como un profesor: aprendes todo tipo de cosas y con él no te sientes sola. Yo quería compañía, eso es todo”. Una razón más que respetable para iniciar un blog y situarlo entre los más visitados del mundo.

¿Los post son géneros literarios?, Blog Ampibhia

Desde hace un tiempo pienso si tiene sentido responder esa pregunta.

Me respondo que no tiene demasiado sentido porque falta mucho para saberlo, incluso para poder pensarlo. Pero me lo preguntan, se lo preguntan otros, y a mí me parece divertido responderlo.

Y junté algunas ideas al respecto:

1. Olvidémonos de pensar en géneros “literarios”, porque es obvio que hay géneros de todo tipo, casi tantos como prácticas culturales, y en todo caso los posts serán géneros de otro tipo.

“Cada enunciado separado es, por supuesto, individual, pero cada esfera del uso de la lengua elabora sus tipos relativamente estables de enunciados, a los que denominamos géneros discursivos (…). La riqueza y diversidad de los géneros discursivos es inmensa porque las posibilidades de la actividad humana son inagotables y porque en cada esfera de la praxis existe todo un repertorio de géneros discursivos que se diferencia y crece a medida que se desarrolla y crece la esfera misma” (Bakhtine, 1982).

Es obvio: hay géneros periodísticos, musicales, literarios, gastronómicos y ¿digitales?

Entre estos últimos, entonces, habra que ver si de aquí a unos años los posts de los blogs adquieren carácter de género, de la misma manera que lo podrían llegar a ser géneros emparentados como los e-mails, los chats o los mensajes de texto.

Para que esto suceda tendrán que adquirir rasgos lingüísticos y discursivos propios.

Entonces, tal vez, hablemos de géneros digitales. Por suerte, eso nos salvará de seguir discutiendo si un blog puede convertirse en un libro impreso.

Los posts quedarán en otro estante que no será la literatura, o no se conformarán como géneros, tal vez, y sí pasen a ser parte de “lo que en algún tiempo fueron libros compuestos por posteos de unas especies de escritores que escribían en unas bitácoras digitales que ya no existen más”.

2. Olvidémonos de suponer que hoy podemos saber si los posts son géneros literarios.

Hoy no lo sabemos. Para que eso suceda, tendrán que estabilizarse, como toda forma generada por la necesidad de comunicación de una época. En términos de historia de la escritura, los posts y los blogs son muy nuevos.

Todavía están sucediendo. Y puede pasar, como en otros fenómenos de la escritura, que no se estabilicen.

Según Todorov (1987), los géneros se institucionalizan por necesidades de comunicación en una sociedad en que están vigentes, y porque determinadas propiedades discursivas son recurrentes en determinados ámbitos de uso y se codifican progresivamene para constituirse en géneros. Si esto está sucediendo con los blogs, lo son. Probablemente, los blogs estén estableciendo sus reglas de brevedad y su estética, pero aún queda muchísimo por saber.

Puede pasar, también, que sí se conviertan en género, pero no como hoy los conocemos.

Tomando un ejemplo de la historia de los géneros periodísticos, lo que hoy conocemos como un artículo, como una pieza noticiosa de un diario, dista muchísimo de lo que se escribía en los periódicos de la época colonial. Si viéramos hoy esas notas, nos parecerían panfletos infames, pura propaganda política, con cero “objetividad periodística”.

Serían lo que hoy llamamos “editoriales”. Lo que hoy consideramos un artículo periodístico está lejísimos de esas primeras piezas periodísticas.

Y suponemos que lo mismo pasará con los posts: cuando llegue el día en que podamos decir “esto es un post (y esto no)“,

¿serán de 20 palabras o de 8 mil caracteres?,
¿tendrán fotos, dibujos, las dos cosas o nada?,
¿conservarán los comentarios o sólo tendrán pingbacks o tracebacks?,
¿seguirán siendo mayormente en primera persona, serán en tercera, o apelarán a una persona que aún desconocemos y que se irán inventando con el tiempo?
¿conservarán la “oralidad”?

… Nada de eso sabemos hoy, de la misma forma que no sabemos si lo que hoy llamamos “cumbia villera” seguirá siendo un género por si mismo o será parte del género “cumbia” en general o se llamará “cumbia urbana”, de la misma forma que cuando Haydn escribía sus primeras piezas para orquesta, en cuatro movimientos y un solo tempo, no tenía idea que después iban a llamarlas “sinfonías”.

3. Y aún suponiendo que sí, que los posts se conviertan en un género, después pasará lo que pasa con cualquier género y sus subgéneros: preguntarnos sobre la calidad, estética, informativa o creativa.

Estarán bien o mal escritos,
nos harán pensar o nos parecerán descartables,
nos mostrarán algo nuevo o nos aburrirán,
los haremos circular o cerraremos la ventana, la pantalla o el celular.

Al final y por suerte, aún cuando logremos “encauzar” al mundo en géneros, lo importante será si a esa altura todavía los posts sirven para algo.

Lo que hay que comer por Natalia Zuazo de Amphibia

Lo que hay que comer, si trabajas en la construcción de un blog.



Lo tengo que decir:

Acabo de comer una ensalada digna de este blog.

Improvisada a las 9 de la noche en el super.

Va la receta, que espero copien como corresponde con toda idea, gastronómica, tecnológica, artística.

Copiamos y les damos para que copien.

Va:

Radicheta, las hojas más tiernitas y amarillas de la lechuga criolla, la parte violeta y más verde de la cebolla de verdeo, champignones crudos fileteados y almendras fileteadas. Para el aderezo, 2 cucharadas soperas de aceite de oliva muy top, 4 de salsa de soja y una cucharadota de miel.

Háganla.!!!

Es así.

Es grosa.

Y obvio que toman vino. !!!

Hoy me sorprendí con un Bianchi DOC, Malbec, 2007, una ecuación precio-calidad merecedora de acompañar mi ensalada. La próxima va con foto. Prometo.

Mafalda cumplirá 45 años ,del blog de Mancini - Amphibia -

Para los registros oficiales nació el 17 de agosto de 1932 pero, en verdad, Joaquín Salvador Lavado llegó al mundo el 17 de julio de ese año, para ser Quino, el creador de la adorable y asqueada de tanta sopa Mafalda.

Ella, por su parte,cumplirá: el 29 de setiembre de 1964 apareció por primera vez en el semanario Primera Plana, de Buenos Aires.

Se celebran los 45 años de vida de esa niña divina, llena de encanto y de una curiosidad que paralizaba a los padres, de una ingenuidad reflexiva que nada mal nos vendría ejercitar y sobre todo de una inigualable dimensión social de los ?asuntos planetarios?.

Mafalda logró expresar las profundas transformaciones producidas durante el siglo XX, y Quino, a través de ella, supo rendir una especie de tributo a la liberación de la mujer y oponerse a todo tipo de regímenes dictatoriales.

?La historieta es una forma de comunicar la actualidad y Mafalda comentaba una actualidad de hace 30 años. Y si bien me halaga que se siga leyendo, también es triste pensar que los temas de los que hablaba Mafalda siguen existiendo; a veces algunos tienen otro nombre, pero son los mismos?.

Quino cursó sus estudios primarios y luego ingresó a la Escuela de Bellas Artes de Mendoza, que finalmente abandonó ??cansado de dibujar ánforas y yesos?? para dedicarse a la historieta y el humor.

En 1950 vendió por primera vez una historieta. ?Recuerdo que era para una tienda de sedería y que se llamaba Sedalina, pero prefiero no tratar de pensar cómo era esa publicidad, porque seguramente me avergonzaría?.

Al año siguiente Quino viajó de Mendoza a Buenos Aires buscando instalarse en alguna redacción de un diario o revista, pero a las pocas semanas vuelve a Mendoza. La capital no le había dado trabajo.
Las cosas empeorarían. En 1953 Quino ingresa al servicio militar. Según ha contado fue una experiencia que al principio le causó una profunda angustia y ?pensaba que nunca iba a salir de allí?, pero luego de un tiempo, de convivir con personas de todas las clases sociales ?empecé a dibujar algo distinto?, comenta Quino en su sitio web.

En 1954 vuelve a Buenos Aires.

No se rinde: vive en condiciones precarias, compartiendo habitaciones con desconocidos, y vuelve a merodear por las redacciones de diarios y revistas. El semanario Esto es le publica su primera página de humor gráfico, que alterna semanalmente con otro dibujante. ?El día que publicaron mi primera página pasé el momento más feliz de mi vida?, dice.


Luego publicó sus dibujos en Vea y Lea, Leoplán, Damas y Damitas, TV Guía, Usted, Che, Panorama, Atlántida, Adán, el diario Democracia, etcétera.
En 1963 publica su primer libro de humor, Mundo Quino, una recopilación de dibujos de humor gráfico mudo, con prólogo de Miguel Brascó.

Quino contó a la BBC: ?Me pidieron, porque no fue idea mía hacerla, que tuviera algo de Peanuts (la tira cómica creada por Charles Schulz), pero que, a diferencia de Peanuts, fuera una familia donde hubiera adultos?.

Estaba naciendo Mafalda. Agens Publicidad buscaba un dibujante que creara una historieta ?mezcla de Blondie y Peanuts?, en la que los nombres de todos los personajes comenzaran la letra ?m?, para publicitar una línea de productos electrodomésticos de marca Mansfield.

Finalmente la campaña publicitaria no se llevó adelante, pero Quino continuó trabajando en esas tiras y Mafalda comenzó a vivir.
Mafalda aparece públicamente por primera vez en Gregorio, el suplemento de humor de la revista Leoplán, que publica 3 tiras en 1964. En septiembre de ese año el semanario Primera Plana comenzó a publicar Mafalda regularmente.

Y desde ese momento, Mafalda se apropió generosamente del humor de los argentinos y argentinas, llevando la risa al plano de la reflexión política y de las problemáticas sociales. Si tomamos alguna edición al azar, notaremos que en los 60 Quino ya hablaba del 2004.

Mafalda se fue de Primera Plana y comenzó a circular por el diario El Mundo. En 1966 el editor Jorge Álvarez publica el primer libro de Mafalda.

Sale a la calle para Navidad y en dos días se agota una tirada de 5.000 ejemplares.

Al año siguiente se publica el segundo libro: Así es la cosa, Mafalda. El 2 de junio de 1968 se reanuda la edición de la historieta en Siete Días, y Mafalda 3 y Mafalda 4 salen a la calle.

Treinta tiras son traducidas al italiano e incluidas en una antología de textos literarios y dibujos humorísticos que se tituló Libro dei Bambini Terribili per adulti masochisti.

En 1969, en Italia, se publica Mafalda, la contestataria, con la presentación del semiólogo Umberto Eco.
A principios de 1970, Ediciones De La Flor publica a Mafalda y en marzo de 1976, Quino y Alicia, su esposa, se trasladan a Milán: ?La Patria significa juventud, por lo tanto el hecho de estar lejos de ella ha hecho que mi humor se haya vuelto un poco menos vivaz pero tal vez algo más profundo?.
En 1977 Mafalda colabora con Unicef en la Campaña Mundial de la Declaración de los Derechos del Niño.

Cuando en los 80 la tira cumple 20 años, la Casa de las Américas de Cuba publica Mundo Quino.

El 26 de octubre de 1988 llegaba al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para que Mafalda fuera reconocida como Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.

El proyecto, firmado por el entonces intendente porteño, Facundo Suárez Lastra, y por su secretario de Cultura, Félix Luna, se justificaba en que el personaje ?simboliza lo mejor del espíritu de muchos jóvenes argentinos, que no se resignan a acatar el orden establecido y pretenden modificarlo y enriquecerlo con sus propias ideas.

Mafalda hizo reflexionar muchas veces a sus lectores sobre la validez de los hábitos, creencias, prejuicios y lugares comunes, ayudando de este modo a construir una sociedad mejor?.

La iniciativa no prosperó porque los concejales argumentaron que ?el título honorífico sólo es para las personas?.

En 1990, en Taiwán, Mafalda se publica en idioma chino, los dos primeros años en ediciones no autorizadas. En 1992 se publica en España una recopilación completa: Toda Mafalda.

Recientemente Quino ha explicado al diario Clarín: ?Mi temáticas preferidas tienen que ver con la relación entre el poder y la gente, la indiferencia frente a los dramas sociales, la burocracia, la corrupción… cosas que me indignan?.

Y en relación con Mafalda en particular, confesó: ?Creo que yo no salí con una cosa nueva; soy un seguidor de los que me precedieron: Lino Palacio, Divito, Oski… A veces pienso que lo que hago ya es antiguo, que mi línea tiene un estilo antiguo… A mí me gustaría ir cambiando, tener una línea mucho más libre y que se renueve, tener más poder de síntesis. Picasso siempre te sorprendía con cosas distintas, por ejemplo… tampoco te digo que soy Botero, ¡algo fui cambiando!?.

Mafalda, sus consternados padres y sus amiguitos Manolito, Miguelito, Felipe, Libertad, y su hermanito Guille, fueron traducidos a más de 30 idiomas, incluyendo el chino, el gallego y el finlandés.

Tal como terminaba diciendo el proyecto presentado en 1988 para convertirla en ciudadana ilustre: ?Mafalda sigue siendo, en la memoria colectiva de los argentinos, la chica preguntona, cuestionadora, irreverente e inesperada, que planteó en su momento tantos interrogantes molestos a la sociedad argentina?.

Valgan estas biografías entrelazadas, expuestas tan apretadamente aquí, de Quino y Mafalda, para agradecer la lucidez y la actualidad, la capacidad de trascender la coyuntura político-mediática, el humor, las muecas cómplices y los guiños en secreto.

Recomendamos el sitio oficial de Quino:http://www.clubcultura.com/clubhumor/quino/espanol/

Periodismo Ciudadano del Blog Amphibia

Rodrigo Orihuela a las 08:18 pm del 30 de Marzo del 2009

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Sobre “periodismo ciudadano” y afines

Un conocido escribió una nota sobre “periodismo vs. periodismo ciudadano” y me mandó unas preguntas al respecto. Son del tipo de preguntas que se repiten mucho y que abordan temáticas (o que tienen focos) que a algunos nos aburren pero que, dado cuanto se repiten, debe haber muchos a quienes les interesan.
Acá están las preguntas (como creo que la nota no salió todavía, no pongo para qué medio era).

¿Qué opinión tenés del periodismo ciudadano?

Me parece que se habla demasiado de ello. Hasta ahora no se ha visto que sirva para revelar, cubrir o analizar grandes temas. El “periodismo ciudadano” es tomado más bien como una fuente adicional al momento de levantar fotos, videos y testimonios de un acontecimiento puntual (un accidente, un incendio, un gran evento como la asunción de Obama), y de paso le sirve a los medios para reforzar su cobertura y mostrarse “abiertos”.

¿El periodismo ciudadano visibiliza temas que los medios invisibilizan? ¿Los sitios Yo, corresponsal, iReport, etc. sirven realmente para democratizar la información?

Creo que la respuesta a eso lo encontrás en ver cuánta gente usa esos sitios para informarse. La información se democratiza si sirve para informar a más gente, no sólo si mucha gente puede informar.

Si nadie recibe la información, ¿se está informando más? ¿se está dando información desconocida?

Daría la impresión de que no.

¿Cuáles son los retos del periodismo digital al mediano plazo?

Primero y principal es la falta de un modelo de negocios que pueda usarse de forma más o menos generalizada, como sucede con la tele, la gráfica y la radio.Segundo, que se deje de hablar del periodismo digital como si fuese una raza aparte.

El periodismo es periodismo y punto.

Mejor hablar de cobertura digital de las noticias, y lo que se necesita ahí a corto, mediano o largo plazo es dejar de ser un añadido del papel que sirve sólo para el último momento. Tiene que servir para encontrar nuevas formas de ofrecer y visualizar información (como lo hecho, por ejemplo, por el New York Times con el tema de los presos de Guantánamo, projects.nytimes.com/guantanamo).

Hay que encontrar qué tiene para ofrecer lo digital que sea diferente a lo existente. En este momento lo digital pareciera estar con respecto al papel en una instancia similar a la tele cuando copiaba los formatos de la radio, a principios de los 50.

De cinco duelistas digitales de Pablo Mancini, uno de los 50 mejores blogger de Argentina

Aquí van, uno a uno, los cinco dualismos digitales que llevamos al seminario en Chile y que sugerimos escaparles como a la peste AH1N1.

Son cinco disyuntivas que tienen más de trampa que de inteligencia, más de mal planteadas que de soluciones operativas.

En el limbo de los medios digitales se están llevando a varios al cielo del olvido.

1 – ¿FREE O FREEMIUM?

En esta esquina, Chris Anderson, Mark Masnik y Seth Godin. En la otra, Malcolm Gladwell, Mark Cuban y John Gapper.

Todos de trayectoria respetable, plantean dos posibles modelos de negocios para los medios digitales. Importar linealmente ese debate y obligarnos a ser fieles de una u otra escuela es un riesgo que no vale la pena asumir.

La discusión de fondo, que rara vez se da, no es tanto sobre los modelos de negocios sino sobre los modelos productivos. En los medios digitales es mucho más fuerte la preocupación sobre cómo hacer caja para pagar los sueldos de decenas y decenas de empleados antes que alcanzar la rentabilidad con religiones trasnochadas.

2 – ¿NATIVOS O INMIGRANTES?

Salvavidas de plomo.

Cuando la organización periodística quiere renovarse opta por deshacerse de los “periodistas tradicionales” e incorporar una buena dosis de nativos digitales en las redacciones. Como si los saberes y las habilidades estuvieran sólo en una u otra generación profesional.

De nada sirve sembrar nativos en un entorno, como son las redacciones actualmente, que funciona como hace 50 años. Sin actualizar el código fuente de las redacciones online de poco sirven los más jóvenes, que van, hacen su trabajo pero ni de cerca consumen el producto que producen.

Por cierto, ¿cómo se explica la génesis de tres casos claves de nuevos medios donde la presencia de nativos digitales se reduce al grado cero? Politico.com, Newser.com y el Interactive News Team de The New York Times?

De más está decir que las redacciones online en América Latina están pobladas de nativos digitales y profesionales menores de 35 años, y aun sí los portales periodísticos no hacen gala, precisamente, de la interactividad.


3 – ¿CONTENIDOS DE CALIDAD O CONTENIDOS BASURA?

Otro falso dualismo que asfixia discusiones en la industria de los medios digitales.

¿Con qué instrumento y categorías se mide la calidad de los contenidos en la red? En un entorno de abundancia informacional inédita hay menos lugar para el canon de calidad y mucho más para los criterios posibles de valor de uso de la información.

Con dos categorías tan binarias, calidad y basura, resulta muy difícil generar ofertas eficientes.

En la discusión, no sólo subyace la idea de toda producción es humana, donde la automatización posible de procesos productivos en el periodismo cancela hasta la fiesta autoevangelizadora de los periodistas digitales efervescentes. Además, supone dejar sin lugar a dos roles que son, precisamente, los que parecen tener cada vez más protagonismo: los community managers y los data curators.

4 – ¿SE MUEREN LOS DIARIOS O TIENEN LARGA VIDA POR DELANTE?

Frecuentemente reducida a fundamentalistas de los soportes, esta discusión no deja lugar a nada. Los medios tradicionales están inmersos en una doble crisis financiera y de credibilidad, mientras que los medios online y los nuevos medios aún no encuentran modelos de negocios que vuelvan sustentable a la profesión en Internet.

El dato que hackea este dualismo es la nueva configuración de ciudades posturbanas, con millones de nodos móviles y fijos, donde reinan la fluidez y la manipulación de datos con efectos dramáticos en la organización espacio/tiempo. Donde coexisten ofertas heterogéneas de brevedades, sobreproducción de contenidos, pildorización cultural y consumo intermitente de medios.

Pensar el consumo de medios desde el soporte puede ser un error fatal para las organizaciones periodísiticas.

Edición impresa o desde un navegador de Internet.

Son opciones del pasado. Hay que ser agnóstico del soporte.

El soporte periodístico es la red. Los productores de contenidos tienen que disponibilizar su producción en el ciberespacio y ofertarla en múltiples instancias de consumo posible.

No sólo en papel, no sólo en un punto fijo de acceso a Internet, sino también y sobre todo en los nuevos entornos urbanos que ofrecen instancias de consumo breves pero de alta intensidad.

(Ampliaremos este punto en Amphibia en un próximo post cuando comentemos Burbujas de ocio, de Roberto Igarza.)

5 – ¿LA AUDIENCIA ES PARTICIPATIVA O PRODUCTORA DE CONTENIDO?

La audiencia ES el contenido. Facebook y Twitter son los pedagogos del nuevo periodismo.

Facebook porque es la nueva expresión de las formas e interacciones de las comunidades de lectores, tal como en el siglo XVIII lo eran los cafés en Londres, cuando los diarios intervenían en la nueva esfera pública y configuración social. Twitter, por su parte, porque es una expresión de las brevedades de producción y consumo colectivo de medios.

En las versiones online de los medios tradicionales, la audiencia sólo puede ver lo que escribieron los periodistas y con suerte comentar públicamente, siempre sobre lo que escribieron los periodistas, y sujetos a moderación de la elite.

Facebook es el sitio de noticias más visitado de todo el mundo. No el sitio periodístico, pero sí el de noticias. Las audiencias hibridan allí y visualizan con el mismo rango de jerarquización editorial la muerte del Papa, el viaje de un amigo, la cotización del dólar o las fotos de la novia.

Pablo Mancini a las 07:41 pm del 11 de Julio del 2009 # Etiquetas:,

Clara Anahí de Hugo Presman

CLARA ANAHÍ

Por Hugo Presman


Chicha se mira en el espejo. La imagen que observa es la de una mujer que aparenta tener menos de los 85 años que transporta su cuerpo. De esas ocho décadas y un lustro, 32 años los dedicó obsesivamente a encontrar a su nieta.

A Clara Anahí.

Sabe que el tiempo corre en su contra. Muchas veces afirmó: “Caeré muerta en la búsqueda de mi nieta”. Hace poco, en junio del 2008, murió Alicia (Licha) de la Cuadra con quien fundaron “Abuelas con Nietitos Desaparecidos” que luego se llamó mundialmente Abuelas de Plaza de Mayo.

La vida será mucho más injusta aún si le toca la misma suerte de Licha que murió sin poder abrazar a su nieta nacida en cautiverio. Licha tenía 92 años y desaparecidos a su hijo Roberto, obrero de YPF y a su hija Elena, embarazada de cinco meses.

Por si fuera poco, también está desaparecido el marido de Elena, Héctor Baratti, obrero metalúrgico y dirigente del Partido Comunista Marxista- Leninista. Sabía que la hija de Alicia había tenido una nena a la cual le puso el nombre de Ana Libertad.

¡Que paradoja! piensa Chicha Mariani, que su madre prisionera y condenada a la desaparición le diera a su hija el nombre de Libertad. Vuelve a mirarse en el espejo. ¿ Como será mi nieta hoy? se pregunta.

Sabe que ya tiene 32 años.

Y se la imagina: “Seguramente con hijos, tan inteligente como eran sus padres y con la sensibilidad de ambas familias de origen. Me la imagino toda melenuda como cuando era bebé y alegre a pesar de todo lo que pueda haber pasado”

Recuerda que el frío atravesaba la noche de invierno del último día de agosto del 2008.
Hace menos de un año le escribió una carta a su nieta. Una botella al mar de la impunidad. Con la remota esperanza que encuentre a su destinatario.

Siente deseos de volver a leerla.

La busca.

Es un papel observado infinidad de veces.

Sobre el cual cayó más de una lágrima

Que en forma de correo electrónico, manos amigas, han hecho circular infinidad de veces por Internet.

La sabe de memoria, pero la vuelve a leer:

Querida nieta:
Soy tu abuela "Chicha" Chorobik de Mariani, te busco desde el momento en que Etchecolatz, Camps y su tropa mataron a tu madre y te secuestraron de tu hogar en la calle 30 nº 1134 de La Plata, República Argentina.

Era el 24 de Noviembre de 1976 y tenías 3 meses de edad. Desde ese momento con tu padre te buscamos hasta que a él también lo asesinaron.

A pesar de que trataron de convencerme de que habías muerto en la balacera, yo sabía que estabas viva. Hoy está comprobado que sobreviviste y estás en poder de alguien. Ya tienes 31 años y tu número de documento probablemente sea cercano al 25.476.305 con el que te anotamos.

Yo quisiera pedirte que busques fotos de cuando eras bebé y las compares con las que acompañan este texto.

Quiero contarte que tu abuelo paterno se dedicó a la música y yo a las artes plásticas; que tus abuelos maternos se dedicaron a las ciencias, que tu mamá amaba la literatura y tu papá era licenciado en economía.

Ambos tenían un gran sentido de la solidaridad y compromiso con la sociedad. Algo de todo esto tendrás en tus inclinaciones de vida porque, a pesar de que hayas sido criada en un hogar distinto, uno guarda internamente los genes de sus antepasados.

Seguramente hay muchas preguntas sin respuesta que aletean en tu interior.
A mis más de 80 años mi aspiración es abrazarte y reconocerme en tu mirada, me gustaría que vinieras hacía mí para que esta larga búsqueda se concretara en el mayor anhelo que me mantiene en pie, el que nos encontremos.

Clara Anahí, mientras te espero seguiré buscándote.
Te abraza tu abuela "Chicha Mariani"


HACE 32 AÑOS

Chicha Mariani sabe que aquel día de noviembre de 1976, su vida cambió para siempre: “Estaba en mi casa de calle 44 y 21 esperando a Diana que me iba a traer a la beba para que la cuide, como hacía todos los miércoles y sábados, y me di cuenta del paso de tanques, helicópteros, patrulleros y efectivos, y tuve miedo por mi nuera.

Yo no sabía nada de política en aquella época, pero sabía que estaban matando a muchos jóvenes. Me inquietó pensar que Diana iba a tener inconvenientes para llegar y fui a la casa de una amiga. Iba y venía, tejiendo una manta para Clara Anahí, mientras esperaba.

Ese tejido está aun hoy en el punto en que lo dejé. Luego recibí un llamado de mi madre, que me avisaba que mi padre estaba enfermo, de modo que me fui a City Bell para estar con ellos. -Al regresar vi un tumulto de gente frente a mi casa, muchos lloraban.

Los vecinos creían que estaba muerta dentro de la casa, porque había habido un tiroteo. Al ingresar encontré todo destrozado y medio metro de todas las cosas rotas, vidrios, cubiertos, ropa, aceite, café, lo que fuera que hubieran encontrado en la casa estaba roto y tirado, salvo lo que habían robado.

Comencé a buscar los cadáveres. Con este objetivo me dirigí a la comisaría 5º. Allí un oficial me confirmó que mi hijo y mi nuera estaban muertos, pero que no podían entregarme los cuerpos. Asimismo, el policía me dijo que no habían encontrado ninguna beba. Con el correr de los días pude enterarme que mi hijo seguía vivo, porque él me llamaba periódicamente por teléfono. Daniel se había salvado porque quince minutos antes del ataque a su casa, viajó a Buenos Aires, donde trabajaba.

La búsqueda de Clara Anahí se inició a través de un matrimonio, compuesto por Omar Cerutti y Elvira Molina, conocidos de mi esposo. La familia Cerruti se acercó a mí cuando pasó ese atroz desastre de la casa de mi hijo. Elvira me convocó a su casa y me contó que la familia se reunía con su sobrina Elena Núñez –quien también declaró en el Juicio a las Juntas y confirmó el dato de que Clara Anahí salió con vida– y con su novio, un agente recién ingresado a la Policía.

Era nada más y nada menos que Daniel del Arco. En mi desesperación ofrecí todos mis bienes a cambio de la entrega de la niña, siempre por medio de la familia Cerruti-Molina. Para mayor seguridad consulté al cónsul de Italia en La Plata, Luiggi Di Vita, quien me ofreció cuidar a mis padres y sacarme en un auto de la embajada. Yo pensaba que el cielo se abría para mí.

Pero el plan se abortó porque el cónsul fue a ver al jefe de Policía, el coronel Ramón Camps. Al día siguiente, Di Vita me “reprochó” que había “mentido”. Camps le dijo que mi hijo había muerto hacía un mes, y que quería chantajearlo para que Montoneros se quedara con el dinero.”

LA CASA DE LA CALLE 30

Hoy es un museo.

La Casa Museo Mariani – Teruggi, que fue declarada monumento histórico. En una crónica de Página 12 del 15-08-2008 se lee: “La casa de la Calle 30 de La Plata habla.

Desde el revoque blanco del frente hasta el muro del fondo del terreno, su arquitectura detalla a través de cientos de impactos de bala la crónica del 24 de noviembre de 1976, en el que 150 uniformados al mando del represor Ramón Camps arrasaron la vivienda en la que vivían Diana Teruggi y Daniel Mariani junto a su hija Clara Anahí, quien con apenas tres meses de edad logró sobrevivir al operativo. Sólo que lo hizo en los brazos del efectivo que la secuestró entre el humo de la balacera, y aún permanece desaparecida……

Prácticamente no hay rincón de la vivienda que no haya sido alcanzado por las balas de los hombres de Camps que buscaban destruir la imprenta clandestina que funcionaba en el fondo. La fachada parece una postal detenida en el tiempo. Allí están las marcas de los proyectiles de FAL en el portón gris del garaje, que pueden verse desde la vereda de enfrente.

En el centro de la pared que daba al dormitorio de Clara Anahí, en el lugar que alguna vez ocupó una ventana con postigos, sólo queda el hueco que dejó el disparo de una tanqueta, que atravesó ese cuarto y el comedor y pegó contra uno de los muros del baño. Aquel noviembre famoso de La Plata, la tropa represiva apoyada por dos helicópteros bombardeó el domicilio durante más de tres horas luego del mediodía.

“Cuando terminó todo, todavía estaban servidas las milanesas del almuerzo en el comedor”, recordó ayer un vecino, que tenía menos de diez años cuando ingresó a la vivienda después del tiroteo.

En el operativo, Diana fue barrida por una ráfaga, igual que otros tres compañeros. Daniel, que no estaba en el lugar en ese momento, fue asesinado por fuerzas represivas ocho meses después, en una esquina platense. Y según varios testimonios, Anahí no fue alcanzada por el tiroteo gracias al reparo que le brindó una bañera vacía en la que fue depositada antes del ataque.”


LA CASA DE LOS CONEJOS

Laura Alcoba, hoy una talentosa escritora radicada en Francia y en 1976 una niña que con su madre vivieron en la casa de la calle 30 de La Plata cuenta en el libro que tiene por título el de este capítulo: “ Mi madre y yo nos presentamos en una nueva casa donde conocemos a una joven pareja: sus nombres son Daniel y Diana, pero los llaman “Cacho” y Didí”.

Diana está embarazada, pero casi ni se nota. Tiene el pelo largo, claro y ondulado, y grandes ojos verdes, extremadamente luminosos y dulces.

Es muy hermosa, e increíblemente sonriente…..

Mi madre me dice que muy pronto viviremos con Cacho y Didí en otra casa, lejos del centro de la ciudad. ……

or fin nos mudamos a la casa de Cacho y Didí …..

Al frente de la casa hay una verja, oxidada por parte, que separa un patiecito ínfimo de una vereda que apenas si merece el nombre, llena como está de piedras, arena, baldosas y montículos de tierra……..Después de franquear la puerta, uno entra en un corredor. A la derecha, el cuarto de Cacho y Didí se abre a este corredor. A la izquierda, una puerta permite acceder a un garaje. Son las dos únicas piezas que dan a la calle. Al final del pasillo hay una cocina relativamente grande, que sirve también de sala y comedor diario.

Pasando esta habitación casi para todo uso, el corredor termina en otra puerta que da al patio del fondo. Abriéndose también directamente sobre el patio, hay un baño sin ventanas y bastante vetusto.

Frente a la puerta de la cocina, otra puerta se abre sobre una habitación minúscula en la que dormimos mi madre y yo. Al fondo del pasillo y detrás de la pieza que nosotros compartimos, se encuentra un tinglado rudimentario, una suerte de cobertizo descalabrado que, contrariamente a lo que pensaría cualquier extraño al grupo, es el verdadero corazón de la casa.

Fue por la existencia de este galpón en pésimo estado, apenas cubierto con algunas chapas de zinc acanaladas que, malamente, hacen las veces de techo; fue por este galpón que la conducción de Montoneros ha elegido la casa.

Y que vivamos en ella” Bajo una fachada de la cría e industrialización de conejos en escabeche se construyó un embute en donde se imprimía “Evita Montonera

Escribe Laura Alcoba: “ Salvo cuando Diana me pide que haga compras por el barrio, ya casi no salgo de la casa. Sobre la pequeña mesa de la cocina, pasamos largas horas empaquetando centenares de ejemplares de Evita Montonera.”

CHICHA RECUERDA

María Isabel Chorobik de Mariani afirma en un video: “La esperanza es eso que me mantiene viva esperando encontrar a mi nieta pero buscándola a la vez. Su memoria se localiza el 21 de noviembre de 1977.

Alicia de la Cuadra, que fue la primera Presidenta, le informó a Chicha que el gobierno norteamericano enviaba a Cyrus Vance a buscar información sobre violaciones a los derechos humanos. Cuenta Mariani: “Fuimos con Licha a Buenos Aires y nos encontramos con otras madres de chicas embarazadas en Plaza San Martín. Ahí nació Abuelas bajo un jacarandá.” Casi ocho meses después que Madres. Continuaba una lucha que las llevó en los meses siguientes a recorrer todos los Juzgados de Capital y Provincia. Un rictus de amargura se dibuja en el rostro de Mariani.

Así lo relató ante la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata en el ya lejano 7 de abril de 1999: “Otra búsqueda de Clara fue en la Iglesia. Todas las abuelas y madres hemos buscado en la Iglesia y alguien me recordó que mis hijos se habían casado en la Capilla donde estaba Monseñor Montes, no recuerdo el nombre.

En la Capilla del Valle se había casado con profunda religiosidad Diana y Daniel; Diana era atea así que previamente hubo un bautismo de ella y todo eso lo hizo monseñor Montes. Fue un casamiento muy especial y el bautismo también.

Cuando me recordaron que podía recurrir a monseñor Montes fui, pero previamente traté de conseguir una entrevista con monseñor Plaza, que por supuesto no me recibió y si lo hizo un agente que tenían en el sótano. Después me recibió monseñor Montes. Fui llorando porque acababan de matar a mi hijo…. Le conté todo sin acordarme de darles los nombres. Me dijo que me iba a ayudar a encontrar a la niña.

Me fui esperanzada.

Una semana o diez días después volví. Estaba muy serio y me dijo que dejara de buscarla, que dejara de molestar y le dije a quien. Y me contestó a la gente que la tiene, porque la nena está bien y no se puede molestar a esa gente.

Le contesto que es mi nieta y me contestó que estaba poniendo en peligro a la gente que la tenía. Insistí y, finalmente me dijo que rece. Y yo le pregunté que tenía que hacer.

Y me dijo: señora rece. Le contesté que rezo desde el primer día, porque no tengo otra. Me dijo: a usted le falta fe, se puso de pie y me señaló la puerta.

Me fui para siempre de la Iglesia.”

LA VIDA Y SU TRAMA IMAGINATIVA

Laura Carlotto y Daniel Mariani militaban en Montoneros. Laura decide mudarse y le pide ayuda a Daniel. El padre de Laura, Guido Carlotto le presta la camioneta. Se hace el traslado al nuevo domicilio. Por causas no esclarecidas Daniel vuelve al anterior domicilio de Laura, dejando la camioneta a varias cuadras de distancia.

Pasan las horas y como no regresa Daniel con la camioneta, Guido Carlotto va a la casa, lo detienen las fuerzas represivas y lo llevan detenido. Chicha conoce los hechos por el relato de Guido cuando es liberado, por el matrimonio Aued que estaba en la casa y por una señora Hilda Caminos. “Le tiraron desde adentro- pretendió entrar y le tiraron- cayó herido en el piso y lo mataron a patadas y culatazos. Luego lo subieron a un vehículo y lo cubrieron con una manta”.

La vida y su trama imaginativa para desarrollar un drama. La segunda y la tercera presidentas de Abuelas de Plaza de Mayo entrelazadas por los destinos entrecruzados de sus hijos. Las dos, hasta ahora, no han podido recuperar a sus nietos Clara Anahí y Guido.
Ambas han logrado el milagro de devolverles la identidad a muchos nietos apropiados.
La vida es una libretista imaginativa.

Podría cerrar esta historia con un final feliz.

Chicha y Estela han hecho lo imposible, para que Dios, si existe, se acuerde de ellas.
A 33 años del golpe criminal establishment- militar, Chicha y Estela saben que el tiempo juega en contra. Pero sus esperanzas son más fuertes que las tragedias que la han azotado.

LAURA ALCOBA RECUERDA

“Curiosamente, el momento de la despedida de Diana y Cacho se ha borrado por completo de mi memoria. El clima del país no era, precisamente, de fiesta, pero ¿ habremos aprovechado para comer un conejo?

Sin duda.

Diana, de eso si me acuerdo, ya estaba a punto de dar a luz. Me veo aún diciéndole lo triste que me ponía partir antes que naciera el niño. Más tarde, supe que ella y Cacho habían tenido una hija, Clara Anahí, el 12 de agosto de 1976.

” Más adelante Laura cuenta como se entera de lo sucedido leyendo el libro “Los del 73 Memoria Montonera” de Gonzalo Leonidas Chávez y Jorge Lewinger: “ En un enfrentamiento producido ayer, poco antes de las 13,40 horas, cuando efectivos de seguridad procedieron a rodear la manzana situada entre las calles 29,30,55 y 56 se observó que la atención de los custodios de la ley estaba concentrada en una vivienda ….con una placa en la que figuraba la inscripción Daniel Mariani, Licenciado en Economía…..Poco antes de ser utilizado el mortero con el cual se acalló la resistencia, acudió al enfrentamiento el Comandante del Primer Cuerpo, General Carlos Suárez Mason, el Comandante de la Décima Brigada de Infantería, General Adolfo Sigwald, y el titular de la Policía Provincial, coronel Juan Ramón Camps” “ Los tiros cesaron alrededor de las 16,55.

Cuando la policía entró en la casa, encontró siete cadáveres: los de Roberto César Porfirio, Juan Carlos Peiris, Eduardo Mendiburu Elicabe y Diana Esmeralda Teruggi, más otros tres totalmente carbonizados, que no pudieron identificarse”

CHICHA , LAURA Y CLARA ANAHÍ

Entre el 11 de marzo de 1973 y el 24 de marzo de 1976 apenas transcurrieron tres años. Un tiempo muy reducido donde se pasó del sueño a la pesadilla. De la esperanza a los años de plomo. En el medio se produjo la muerte del político argentino más importante del siglo XX.

El rodrigazo fue un anticipo de lo se divisaba en el horizonte.

La Triple A un ensayo borroso y premonitorio de convertir a las tres fuerzas armadas en una gigantesca triple A. Sin embargo el gobierno de Isabel fue desplazado no por sus groseros errores sino por algunos aciertos y por ser una representación deformada, pero representación al fin de la soberanía popular. El golpe era inexorable desde la muerte del fundador del peronismo. Ahora si serían eficaces para demoler el modelo de sustitución de importaciones.

Desindustrializar para terminar con el monstruo que habitaba en sus entrañas: la clase obrera y los sindicatos. Y la clase media radicalizada pagaría con su vida o el exilio el intentar unir su destino con los sectores populares. A ello resultarían funcionales los grotescos errores de la guerrilla que reemplazó la política de masas por el terrorismo y el militarismo.

Chicha, Laura, Clara Anahí son símbolos de una enorme derrota popular. Son testigos, testimonios y víctimas de ese sueño convertido en pesadilla.

Chicha perdió a su hijo, a su nuera y su nieta fue apropiada, lo que demuestra hasta que grado el poder económico en la Argentina puede llegar. Campos de concentración, torturas, apropiación de lo hijos recién nacidos de las prisioneras embarazadas y después de parir ser arrojadas vivas al mar. Clara Anahí es el botín de una cacería desatada después del 24 de marzo.

Realizado bajo la cobertura de una guerra inexistente, que no respetaba ni siquiera las leyes implícitas de una contienda bélica. Laura, según sus propias palabras: “ Voy a evocar al fin todas aquella locura argentina, todos aquellos seres arrebatados por la violencia.

Me he decidido porque muy a menudo pienso en los muertos, pero también porque ahora sé que no hay que olvidarse de los vivos. Más aún: estoy convencida de que es imprescindible pensar en ellos.

Esforzarse por hacerles, también a ellos, un lugar. Esto es lo que he tardado tanto en comprender, Diana. Sin duda por eso he demorado tanto…..quiero hacerte una última confesión: que si al fin hago este esfuerzo de memoria para hablar de la Argentina de los Montoneros, de la dictadura y del terror, desde la altura de la niña que fui, no es tanto para recordar como por ver si consigo, al cabo, de una vez, olvidar un poco”

En un reportaje a la revista VIVA, Laura confesó: “Lo que me llevó a escribir fue volver por primera vez a la casa, en el 2003. Antes había viajado a la Argentina, pero nunca había visto la casa. Volví con mi hija de pocos meses…”

UN ENCUENTRO Y UNA AUSENCIA

La historia del encuentro entre Chicha y Laura está narrado en el libro de esta última “ La casa de los conejos”: “Acompañada por Chicha, casi treinta años después, en La Plata, pude volver a ver lo que queda de la casa de los conejos.

Hoy una asociación se ocupa de ella y trata de convertirla en un espacio de recordación.

Chicha está al frente.

En ese lugar, aún puede distinguirse el emplazamiento de la imprenta clandestina. Una placa explica de que servía este extraño espacio estrecho, encerrado entre dos muros, hoy en gran parte devastados. Pero la palabra embute no aparece, ni siquiera entre comillas.
Si. Creo que ha desaparecido definitivamente.

Todo muestra que el ataque fue de una violencia inaudita.

No existen palabras para la emoción que me invadió cuando descubrí, en cada cosa recordada, las marcas de la muerte y de la destrucción. Un solo disparo de mortero horadó dos paredes. Perforó la fachada y luego abrió un agujero idéntico en el muro que separaba el cuarto de Diana y Cacho de la cocina.

En el garaje, aún está la furgoneta: un resto de naufragio oxidado y acribillado a balazos. El techo de la casa fue incendiado casi completamente. En la parte de atrás de la casa, allí donde se encontraban los conejos y la imprenta, no quedan sino ruinas de lo que yo había conocido. Ruinas y escombros.

Nada más.

Yo quería visitar la casa. Quería sobre todo hablar con Chicha, y tratar de saber más, cuanto fuera posible……Yo ya sabía que Chicha Mariani era alguien notable, pero cuanto más la miro más se me imponen su fuerza y coraje. Esta mujer que bajo la dictadura perdió a su único hijo y a su nuera, sigue buscando a su nieta desaparecida, Clara Anahí, sin duda entregada a una familia cercana al gobierno ( de entonces).”

Si esta nota sirve para aproximar a Chicha a Clara Anahí, sentiré que borronear papeles y distribuirlos por Internet es más importante de lo que creo.

Porque como dice Laura Alcoba: “Clara Anahí vive en alguna parte.
Ella lleva sin duda otro nombre. Ignora probablemente quiénes fueron sus padres y como es que murieron. Pero estoy segura, Diana, que tiene tu sonrisa luminosa, tu fuerza y tu belleza.

Eso, también, es una evidencia excesiva”
16-07-2009

Los Nudos del Silencio de Renée Ferrer

Los nudos del silencio de Renée Ferrer (Paraguay, 1944): el mito de la sumisión femenina al desnudo

Maria Teresa González De Garay 1
(2006)


La novela de Renée Ferrer de Arréllaga (nacida en Asunción en 1944, poeta, novelista, cuentista, doctora en Historia por la Universidad Nacional de Asunción, miembro fundador de la Sociedad de Escritores de Paraguay, miembro correspondiente de la Real Academia Española y académica de número de la de la Academia Paraguaya de la Lengua Española), Los nudos del silencio, publicada en 1988, ofrece una visión y análisis de la sumisión femenina desde dos perspectivas culturales muy diversas.

Una es la de la protagonista de la novela, Malena, una mujer burguesa de Paraguay que renunció a su carrera de concertista de piano para casarse con un hombre dominador e insensible, Manuel (cruel torturador de la dictadura de Stroessner).

La otra mujer protagonista es Mei Li, una vietnamita que desde la más profunda miseria es vendida por su familia como prostituta y del prostíbulo pasa a trabajar, emigrante marginada, en un espectáculo pornográfico en París.

La dictadura paraguaya premia con un viaje a París a Manuel, que obliga a su mujer a visitar el espectáculo.
En el contexto de ese pequeño "teatro X" parisino, La Rose bleue, Malena y Mei Li van a encontrarse en una mirada recíproca que les hará tomar conciencia de su sumisión e infelicidad, provocando la primera rebelión seria de la burguesa latinoamericana.

La narración se ofrece de manera sincopada, con procedimientos técnicos basados en los monólogos interiores y con un lenguaje poético muy personal, lleno de informaciones y de silencios, que se asemeja a la música de jazz (la música de un saxo atraviesa todo el relato).

Nos encontramos con una novela experimental feminista, atrevida en sus procedimientos narrativos y en su ideología, que, según ha resaltado la crítica, "da testimonio de una suerte de escritura innovadora que ha comenzado en el Paraguay antes de la caída de Stroessner" y ha otorgado "voz al feminismo y las contraculturas, en una sociedad posautoritaria" (David William Foster).
1 :
Departamento de Filologías Hispánica y Clásicas
Universidad de la Rioja (España)

Comprtamiento Diario La Nacion

Comportamiento / Impulsos incontrolables

Si no quiere que ocurra, trate de no pensar en ello... si puede

Tratar de reprimir un pensamiento incrementa las posibilidades de que éste regrese

Benedict Carey
The New York Times


NUEVA YORK.- Las visiones parecen provenir de las "cañerías" de nuestro cerebro durante los peores momentos posibles, durante entrevistas laborales, una primera cita, una importante cena de trabajo. ¿Qué pasaría si empiezo una guerra de comida con los hors- d´oeuvre o me río del tartamudeo del anfitrión?

"Ese simple pensamiento es suficiente -escribió Edgar Allan Poe en El demonio de la perversidad , ensayo acerca de impulsos indeseados-. "El impulso progresa a un querer; el simple querer, a deseo; el deseo, a un anhelo incontrolable."

Agrega: "No hay pasión en la naturaleza tan demoníacamente impaciente como la de aquel que, tiritando al borde del precipicio, considera la idea de la caída, o la del que medita sobre la pregunta: «¿Estoy enfermo?»".

En algunos pocos casos, la respuesta puede ser afirmativa. Pero la gran mayoría de las personas rara vez, si alguna, actúa a partir de estos impulsos. Y estas rudas fantasías de hecho reflejan la actividad de un cerebro sensible y socialmente normal, sostiene un trabajo publicado la semana última en la revista Science .

"Hay todo tipo de trampas en la vida social, dondequiera que miremos; no sólo errores, sino que los peores posibles errores vienen a la mente fácilmente -explica el autor del trabajo Daniel M. Wegner, psicólogo de la Universidad de Harvard-. Y el hecho de que venga a nuestras mentes lo peor, en ciertas circunstancias, puede incrementar las posibilidades de que pase."

La exploración de impulsos perversos tiene una rica historia (¿podía ser de otra manera?), desde las historias de Poe hasta las del marqués de Sade a los deseos reprimidos de Freud y las observaciones de Darwin acerca de muchas de las acciones que se realizan "en directa oposición a nuestras voluntades conscientes".

En la última década, los psicólogos sociales han documentado cuán comunes son estos impulsos y cuándo aumenta la posibilidad de que alteren el comportamiento.

En un nivel básico, ser socialmente funcional significa controlar nuestros impulsos. El cerebro adulto gasta, sugieren algunos estudios, la misma cantidad de energía inhibiendo que actuando, y la salud mental se basa en inventar estrategias para ignorar o suprimir pensamientos muy turbadores, como el de la propia muerte, por ejemplo. Estas estrategias son programas psicológicos generales, subconscientes o semiconscientes que usualmente se manejan con el piloto automático.

Los impulsos perversos parecen aparecer cuando las personas se concentran intensamente en evitar errores específicos o tabúes. La teoría es simple: para evitar insultar a un colega, el cerebro primero tiene que estar pensando en esto; la misma presencia del insulto catastrófico, a su vez incrementa las posibilidades de que lo digamos.

"Sabemos que lo que está en nuestras mentes puede influir en nuestros juicios y comportamientos simplemente por estar ahí, flotando en la superficie de la consciencia", opina Jamie Arndt, psicólogo de la Universidad de Missouri.

La evidencia empírica de esta influencia se ha reunido durante los años recientes, como el doctor Wegner documentó en su nuevo trabajo. En el laboratorio, los psicólogos tienen personas que tratan de desterrar un pensamiento de su mente y encuentran que éste vuelve, alrededor de una vez por minuto. De igual manera, a las personas que tratan de no pensar en cierta palabra se les escapa durante un test rápido de asociación de palabras.

Incluso los "errores irónicos", como los llama Wegner, son muy fáciles de evocar en el mundo real. Hay estudios que muestran que los golfistas que saben que deben evitar errores específicos los hacen más cuando están bajo presión.

Los esfuerzos por ser políticamente correctos pueden ser particularmente traicioneros. En un estudio de investigadores de las universidades Northwestern y Lehigh, 73 estudiantes leían una historieta sobre un compañero ficticio, Donald, un hombre negro, en la que se lo describía de manera ambigua. Después, tenía que responder preguntas acerca del personaje. Un grupo trataba de evitar caer en estereotipos y el otro no se controlaba.

El estudio proveyó "una demostración de que la supresión de estereotipos hace que estos se vuelvan hiperaccesibles", concluyeron los autores.

El riesgo de decir o hacer algo que no queremos depende del estrés que experimentamos, según Wegner. Al concentrarnos intensamente en no mirar fijo un lunar prominente de un nuevo conocido, al tratar de seguir una conversación, aumenta el riesgo de decir: "Leímos sobre el lunar -es decir, sobre la Luna. ¡Luna!"

"Hay cierto alivio en que pase lo peor, para no tener que seguir preocupándonos más", explica Wegner.

Algo que puede ser difícil de explicar, claro, si uno acaba de arruinar la fiesta.

El exorcista dela calle 6 (Primera Parte)

El exorcista de la calle 6

Jorge Fernández Díaz LA NACION

A Miguel se le aparecía en sueños una monjita que le señalaba el rostro de un hombre.

En su desesperación, Miguel soñaba que esa mujer piadosa y consagrada le decía, sin palabras, "este hombre puede salvarte del averno".

Miguel vivía en Entre Ríos y trabajaba con un miembro de una secta satánica que lo pretendía en amores. Se había resistido a ese requerimiento, había probado alimentos que el mago le había cocinado a modo de galante obsequio y, a partir de entonces, había sufrido convulsiones, violencias y toda clase de fenómenos autodestructivos.

Lo habían tratado médicos y psiquiatras, y un sacerdote local le había diagnosticado "posesión diabólica".

Al borde del suicidio, creyendo verdaderamente que estaba tomado por el demonio, llegó a la provincia de Buenos Aires y buscó, por medio de unos parientes alarmados, a un exorcista.
Carlos Mancuso es el párroco del templo de San José, sobre la calle 6, y el cura autorizado por el obispado de La Plata para realizar el ritual más misterioso y estremecedor de la liturgia católica.

Cuando Mancuso examinó en su despacho al paciente y comprobó que no se trataba de un asunto meramente psiquiátrico, Miguel reconoció en sus facciones la cara del hombre providencial que le señalaba, en sueños, aquella monja ignota.

El exorcismo se produjo poco después en esa iglesia cerrada, sobre una frazada y con ayuda de cinco hombres que sostenían al poseso, mientras Mancuso trabajaba con las oraciones en latín, el crucifijo y el agua bendita. En la realidad, los exorcismos son mucho menos espectaculares que en la ficción.

No hay levitaciones, telequinesis, multiplicidad de voces ni pronunciación de distintas lenguas.

Al menos, el padre Mancuso, que lleva veinte años cumpliendo ese ritual redactado en 1614 y que tuvo leves enmiendas en 1984 bajo el papado de Juan Pablo II, asegura que jamás vio semejantes piruetas o clichés del folklore.

No por eso la ceremonia resultaba menos aterradora. Miguel se sacudía, gruñía, pateaba, insultaba y de vez en cuando miraba el fondo de los ojos del exorcista y le hablaba en nombre de otro.

"Tu Dios no existe", le dijo en un momento.

"¿Ah, no? -respondió Mancuso-.

¿Y a vos quién te mandó al infierno?"

Miguel, o su ardiente inquilino, pasó de la negación al lamento: "Dios me ha abandonado".

El sacerdote tiene orden de su obispo de no confraternizar ni entrar en diálogos, pero no pudo en esa ocasión evitar la ironía: "Ah, claro, ahora resulta que te abandonó". Miguel se movía con una fuerza impresionante, y era doblegado una y otra vez por los auxiliares y atacado con las armas del ritual.

En un momento, exhausto por el esfuerzo, sonrió de un modo escalofriante: "Bueno, ahora podemos negociar", le dijo al cura.

No había negocio posible. Y al final se entregó. Lo hizo adoptando un alivio absoluto, una paz nueva, un silencio limpio.

Regresó a casa de sus parientes con la sensación de que había vuelto a ser él mismo después de tanto tiempo.

Y antes de viajar a Entre Ríos, fue a escuchar misa y a darle gracias a Dios a la catedral de La Plata.

También visitó distraídamente la santería y entre todas las estampitas vio una de sor María Ludovica, una mujer legendaria que realizó una gran tarea en el Hospital de Niños de la ciudad y murió en 1962.

Esa era la monjita -aseguró Miguel, alelado- que se le aparecía en sueños mostrando la cara redonda pero seria del padre Mancuso.

Este episodio ocurrió hace dos años y a pesar de que el párroco de San José es uno de los más notables exorcistas de la Iglesia Católica argentina y que no se trata de un sacerdote ramplón y ciego sino de un hombre intelectual y estudioso de la psiquiatría, no puedo creer en lo que acaba de contarme.

Puedo creer que me cuenta la verdad.

Pero no puedo creer de verdad que existan anticristos ni posesiones satánicas.

"No puedo creer -le digo-. Pero a veces creo en los que creen."

Fui educado en un colegio salesiano, pero luego conocí el materialismo histórico y me deslicé por la ciencia y la razón a este agnosticismo culposo: ahora envidio a los que tienen fe.

Y me fascinan los ritos milenarios de la Iglesia que resisten la modernidad. Pero me gustan las historias de exorcistas como me gustan los cuentos de fantasmas y de vampiros.

Me encantan como lector los monstruos aunque no puedo creer verdaderamente en ellos. En mi concepción racionalista, Miguel tenía un delirio místico y necesitaba un curador que entrara en su lógica, creyendo profundamente en ella, y que lo curara de esa sugestión.

El exorcista y el poseso tenían así algo en común: creían que Satanás existía y que podía invadir un cuerpo humano. Para muchos miembros de la propia Iglesia el diablo es sólo una metáfora del mal. Una figura jamás corpórea ni parlante.

Otros sectores tienen la seguridad plena de lo contrario. Se reconoce que Juan Pablo II realizó tres exorcismos y se recuerda que hace poco Benedicto XVI saludó a la Asociación de Exorcistas Italianos diciéndoles: "Ustedes ejercen un importante ministerio al servicio de la Iglesia".

Lo concreto es que, en la era de las computadoras y más allá de polémicas internas o externas, el exorcismo se sigue practicando discretamente en casi todo el mundo.

Y Mancuso se ha convertido en un referente de esa praxis.

Lo llaman y escriben desde Estados Unidos y Europa, y lo invitan a realizar exorcismos en Centroamérica. Hace dos años tuvo que dar una conferencia en el Congreso Internacional de Psiquiatría, que se realizó en el Hotel Panamericano.

El exorcista ha estudiado mucho esa materia, y los psiquiatras lo rodeaban pidiéndole que les relatara los casos más impresionantes. Su principal trabajo consiste en dilucidar cuándo verdaderamente se trata de un hecho de posesión.

En muchas ocasiones, descubre detrás de esos síntomas esquizofrenia, histeria o paranoia, y deriva a los pacientes hacia centros de salud mental. Muchas veces percibe que es simplemente trabajo para los médicos clínicos o para los neurólogos.

Es que los exorcistas dividen los problemas en tres planos: el físico, el psíquico y el espiritual. Y sólo pueden intervenir cuando en los dos primeros no se ha encontrado la razón última del disturbio.

Si tengo que optar entre la mente y el alma, particularmente yo me quedo con la mente porque puedo diseccionarla, pero no se me ocurre discutir del tema con alguien que estudia día y noche teología, psiquiatría, parapsicología y tratados de demonología.

Estamos en su despacho, donde habitualmente atiende cercado por libros antiguos, y me doy cuenta de que le teme más a la influenza que al demonio.

"Es cierto -se ríe-. Tengo la estufa prendida todo el día y me pongo el abrigo para salir al corredor porque hace frío: soy diabético y no quiero enfermarme. Vivo solo y nunca tuve miedo a cosas sobrenaturales."
El cielo y la tierra están llenos de asuntos que no comprendemos y tengo la impresión de que no me queda más alternativa que escuchar y narrar algunas experiencias límites del exorcista sin juzgar si la suya es medicina real o simple placebo.

El primer caso de posesión que Carlos Mancuso vio de cerca ocurrió en los años 80 y la protagonista del evento resultó ser una catequista. La chica estaba de novia y todo marchaba bien, directo al casamiento, a pesar de que la inminente "suegra" pensaba que ella no era un buen partido y que la relación era un error.

Al parecer, la mujer consultó un brujo y pagó por un maleficio.

El mago le dio un preparado especial y le pidió que lo mezclara con frutillas e hiciera con ellas una torta para la catequista.

Se trataba de un "trabajo" importante, y la madre del novio siguió las indicaciones al pie de la letra. Después de comer varias porciones, la chica comenzó a vomitar y a perder la conciencia, cambió radicalmente su personalidad y entró en un túnel de insultos y reacciones demenciales que duró días y días, y que ningún médico atinaba a frenar.

El ángel se había convertido en un demonio.

Y el cura de su parroquia, cuando la cosa se volvió inmanejable y escuchó que ella misma aseveraba tener dentro una presencia maligna, fue a buscar a Mancuso.

Era una noche de luna y el cura de la calle 6 caminó por un largo pasillo y tocó a la puerta de la casa. Lo hicieron pasar y vio que la catequista estaba en cama, con su madre a un lado y un sacerdote, amigo de la familia, del otro.

Inmediatamente entró, la chica le gritó a Mancuso: "¡Fuera, basura!".

Y comenzó a escupirlo. Mancuso le acercó el crucifijo y le advirtió: "Este te va a vencer".

La catequista respondió, con voz ronca: "A ése yo ya lo vencí".

El exorcista dela calle 6 (Segunda Parte)

"Está endemoniada"

Al día siguiente Mancuso visitó al padre Antonio Sagrera, un sacerdote español que tenía 85 años y que era el exorcista oficial de la diócesis.

Sagrera estaba trabajando en el jardín y en cuanto Mancuso empezó a relatarle los detalles del caso de la catequista, sin dejar de cortar los brotes con su tijera, el veterano guerrero de la oscuridad dictaminó: "Está endemoniada".

Lo hizo sin pestañear y sin dejar de podar su parra. Mancuso quedó impresionado por la seguridad de su maestro. Luego también él adquiría ese ojo clínico.

En aquel entonces, para practicar un exorcismo en la zona había que pedir permiso a monseñor Antonio Plaza. Hoy el obispo Héctor Aguer le ha dado permiso especial a Mancuso para llevar a cabo esas ceremonias según su criterio: confía absolutamente en los razonamientos de su párroco.

Plaza le dijo a Mancuso: "Háganlo pero con mucha prudencia, tal vez no se trate de una poseída sino de una enferma".

Los familiares de la catequista la trajeron a la rastra a la iglesia a las diez de la mañana. Cerraron el templo al público y pusieron una manta en el suelo.

Pese a que Sagrera dirigía la operación, Mancuso se adelantó y les dijo a los auxiliares: "Agárrenla entre todos".

La catequista lo miró con sorna: "Ah, me tenés miedo". A órdenes del padre Antonio comenzaron los ritos y las unciones, y su sucedieron los pataleos e insultos procaces.

En un momento pararon para descansar y uno de los auxiliares le dijo: "La bronca es con usted, Mancuso".

Era cierto: Sagrera manejaba el exorcismo, pero el odio de ella no se concentraba en el maestro sino en el aprendiz. "Fue como un aviso -me dice Mancuso-.

Una premonición y un aviso por todos los combates que libraríamos él y yo a partir de entonces.

" Después de luchar y resistirse, después de un escándalo de voces y forcejeos, repentinamente todos escucharon una voz: "Abandono". Y la chica volvió dolorosamente de su furia ciega a sus cabales. Un estudiante de medicina, que presenciaba las maniobras, la había examinado en el pico máximo de tensión: la catequista registraba los valores vitales normales.

En medio de la ira sin límite y los puñetazos tenía sólo 72 pulsaciones, como si estuviera tomando una apacible siesta.


El crecimiento del ocultismo y la magia negra, la proliferación de sectas satánicas y las cofradías secretas, la multiplicación de hechiceros, curanderos y adivinadores, y la progresiva experimentación del espiritismo han sido el principal caldo de cultivo de los pacientes que el padre Mancuso ha venido atendiendo.

La mayoría proviene de la provincia de Buenos Aires y de la Capital.

Sin embargo, el caso más resonante del exorcista de la calle 6 vino de Santiago del Estero. En 1985 un joven de veinte años llamado Gonzalo entró en una secta y firmó un pacto diabólico. Se les prometía, a quienes pactaban, placeres y dichas a cambio de ofrendas cada vez más exigentes.

A Gonzalo le pidieron, en una escalada final, la vida de un ser querido: que asesinara a un sobrino de ocho años. El joven no pudo cumplir con ese sacrificio y comenzó a tener comportamientos perversos, a manifestar que cargaba con una venganza infernal y que llevaba en su interior un espíritu demoníaco.

Lo revisaron siquiatras y médicos, y lo trajeron a La Plata en ambulancia: allí vivía su madre, que lo hizo ver en institutos de alta tecnología médica. Gonzalo cometía locuras en períodos irregulares y de manera intermitente.

Lo ingresaron finalmente en un manicomio y, después de unos días de observación, un psiquiatra encaró a la familia: "Llévenlo a un sacerdote especializado para que lo curen de la parte espiritual".

Un jueves de ceniza un párroco de la zona, atribulado por el caso, recurrió a los exorcistas.

Mancuso examinó detenidamente el asunto y decidió que harían la ceremonia. El y sus auxiliares ayunaron durante unos días y estuvieron en oración permanente. Luego se reunieron con parientes de Gonzalo y con un médico catedrático de la Universidad de La Plata, que quería presenciar el exorcismo, y partieron hacia la zona de Lisandro Olmos. Gonzalo estaba viviendo solo en una casa humilde.

Los vecinos decían haberlo visto masticar vidrios, tragar cuentas de rosario y destruir crucifijos. Había intentado pegarle a su madre, había tratado de estrangular a un hombre, había roto ventanas y dormía en el piso como un animal. Tenía, sin embargo, lapsos de lucidez y por lo tanto de congoja.

Mancuso entró en la casa y alzó su crucifijo, rodeado de su grupo de ayudantes, y Gonzalo se acercó en cuatro patas gruñendo como un cerdo y se detuvo, echó a correr en sentido contrario y se lanzó afuera por una ventana.

Corrió a campo traviesa sin que pudieran alcanzarlo. Y tuvieron que volver a la parroquia con las manos vacías. Pero, después de almorzar, les avisaron a los sacerdotes que lo habían finalmente apresado y que lo llevaban maniatado en una camioneta hasta la Iglesia de San Cayetano.

El exorcismo se realizó en esa misma iglesia, con el apoyo de una veintena de personas, que lograban sujetar a Gonzalo a duras penas. El joven tenía una fuerza inverosímil y cuando Mancuso intentó ungirle la frente se sacudió con violencia.

Lo dieron vuelta y lo pusieron boca abajo para que no pudiera lastimar a nadie ni zafarse, y los curas comenzaron el ritual en latín y no lo acabaron hasta que Gonzalo se aplacó y pudieron sentarlo en una silla. Allí terminaron los alaridos y extraños balbuceos. Estaba ahora calmado y abatido, y narró el acuerdo diabólico que había firmado y por qué se había producido la posesión. Y luego, en señal de arrepentimiento, pidió que lo llevaran en andas hasta el sagrario y allí besó los pies de Jesucristo: todo había terminado.

"Gonzalo murió veinte años después, hace poco -me dice Mancuso-.

Muerte súbita.

Le falló el corazón.

" Supongamos, le propongo, que un tipo cree estar endemoniado pero no lo está y ustedes le realizan un exorcismo. "No siempre podemos estar seguros de que no simulan la posesión -confiesa encogiéndose de hombros-. Pero si la persona se va de acá mejor, hemos hecho un bien, ¿no cree?" Me gusta creer que el exorcista no tiene forma entonces de hacer el mal.

Me habla de paso de San Benito de Nursia, que fundó la orden de los benedictinos, fue un poderoso exorcista y es "invocado con efectividad" para conseguir la protección contra los espíritus diabólicos.

Mancuso se coloca nuevamente el abrigo y me acompaña hasta la puerta atravesando la fría austeridad de su parroquia. Está preparándose porque en pocos días más le traerán a un muchacho que vive en una villa miseria de la Capital. Dicen que está poseído y que al nacer su madre en lugar de bautizarlo lo consagró a Satán durante una misa sangrienta. Por cada hecho diurno hay un hecho nocturno.

Hay una Biblia y una biblia negra, y un Cristo y un anticristo, un derecho y un revés, una diestra y una siniestra. Y un duelo entre los cultores del diablo y este gladiador de Dios. Aún en mi incredulidad más absoluta, le digo que fue un honor conocerlo. Mancuso no puede con su genio y me recuerda una vieja sentencia católica: "Al infierno van aquellos que dicen que no existe el infierno".

El personaje CARLOS MANCUSO

Cura exorcista de la diócesis de La Plata

Quién es: tiene 75 años y es desde hace más de treinta el párroco del templo de San José, ubicado en la calle 6 de La Plata.

Qué hace: tiene autorización de la Iglesia Católica para practicar el ritual del exorcismo. Es un estudioso de la psiquiatría, la parapsicología y la demonología.

Sus cargos: es confesor del Monasterio de Carmelitas, del Seminario Mayor y de la Casa del Padre Pío. Y capellán del Colegio Eurcarístico de la Plata. También es canónigo de la Santa Iglesia Catedral, es decir: forma parte del consejo de sacerdotes de monseñor Héctor Aguer, a quien responde de manera directa.

Su experiencia: realizó decenas de exorcismos.

La célebre película de William Friedkin le parece "una exageración total".

Recomienda ver una más realista: "El exorcismo de Mary Rose".

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