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miércoles, 15 de julio de 2009

The Manchurian Candidate, la película que ví en Tv. y data de 2004. Toda una reflexión, sobre los lavados de cerebro de los Servicios Nortemericanos

La nueva película de Denzel Washington se atreve a llegar a donde las preguntas no se responden directo en la cara.

The Manchurian Candidate, versión de la clásica de 1962, explora el mundo de los lavados de cerebro en el ejército, en este caso durante la Guerra del Golfo Pérsico.

Un tema oportuno en pleno conflicto con Irak... y en plena época de convenciones partidistas con vista a las elecciones de noviembre en Estados Unidos. Si no es una candidatura a la presidencia, en todo caso podría ser al Oscar... para Denzel o para Meryl Streep.

.¿Quieres ver la película original?

Dentro del mundo de los lavados de cerebro
"Todo, absolutamente todo lo que sucede en la película, tiene su base en hechos reales".

Con esta máxima empieza Jonathan Demme, el director de la nueva versión de la novela de Richard Condon, The Manchurian Candidate, que ha erizado los pelos a más de una generación con su trama de manipulaciones políticas y lavados de cerebro en el ejército.


Demme no es ajeno a la controversia.

En su haber está la última película que ha sido un verdadero clásico en thrillers psicológicos en los últimos años: nada menos que The Silence of the Lambs (El silencio de los inocentes).

"El libreto que me entregaron era tan completo, tan lleno de detalles, que tenía la película lista prácticamente en un fin de semana. Yo quiero hacer más que thrillers, pero cuando me presenté a la reunión, tan sólo tuve que mostrar mi visión y llegamos a un acuerdo", comentó el director.
¿Quién es el candidato manchuriano?

Denzel Washington es Ben Marco, un veterano de la primera guerra de Irak, cuyo trabajo principal estos días es hablar a terceros de su servicio con Raymond Shaw (Liev Schreiber), un millonario que se convirtió en héroe al salvar a su pelotón en una emboscada.

Pero Marco tiene unas pesadillas horrorosas, imposibles de definir, que tan sólo son la punta del iceberg que es el secreto de los dos hombres.Por su parte, y gracias al apoyo de su madre, la senadora Eleanor Shaw (Meryl Streep), Raymond se convierte en el candidato para vicepresidente de uno de los partidos políticos de Estados Unidos, apoyado por una de las industrias privadas más imponentes del mundo entero, la Manchurian Corporation.

"La clave de la historia está en la relación entre estos dos hombres y cómo se enfrentan a la verdad. Uno es un cobarde, el otro no sabe cómo ser valiente. O quizás le quitaron el coraje en los laboratorios clandestinos de investigación psiquiátrica del ejército", explicó Demme.Asesinatos a sangre fría, lavados de cerebro, sexo incestuoso, conspiración para matar al presidente, entre otros pequeños detalles. Demme no escatima esfuerzos para contar los hechos de la forma más cruda posible.

De esta manera, es diferente a su antigua creación. "En The Silence of the Lambs sugeríamos, más que mostrábamos. Aquí consideramos que la crudeza le daba la fuerza que la historia necesitaba. No estamos hablando de paseítos por la playa aquí, el futuro del país está en juego en la historia", acotó Demme.De hecho, La primera versión de la película no fue bien recibida durante un tiempo.

Un año más tarde, Kennedy fue asesinado y los productores decidieron volverla a poner en cartelera. Es aquí donde la película fue un exitazo, comparable al que Michael Moore disfruta ahora con Fahrenheit 9/11.

La controversia es larga y tendidaEste éxito ha permitido a actores de la primera parte a criticar la razón para rehacer clásicos del cine. Angela Lansbury (la misma famosa actriz de la serie Murder, She Wrote), quien hizo el personaje de Meryl Streep en el original, dijo que el primer Candidato Manchuriano era perfecto, y que no había ninguna justificación para hacerlo otra vez."Estoy en desacuerdo".

"Ojalá que el público nos dé el chance de ver nuestra versión primero, ya que de esa forma no vienen con un formato preconcebido".

"Los tiempos que corren son distintos, y cualquiera que vea la película va a poder ver poderosas razones para sentir esta película ante la guerra contra el terrorismo", dijo Demme.

¿Y cómo se sentiría cuando alguien haga una nueva versión de The Silence of the Lambs? "Me aterra. Me causa depresión el simple hecho de que alguien venga y la haga mejor que yo. Estoy seguro que eso va a pasar", lamentó el director.

Su hipocondría es famosa.

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