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jueves, 3 de septiembre de 2009

Así se entrenan nuestros campeones del Blog de Bonadeo

04/09/09

Asì se entrenan nuestros campeones


Ustedes y yo hemos leìdo lo suficiente sobre el episodio entre Walter Pèrez, sus compañeros de entrenamiento y los bravos muchachos de la Gendarmerìa que abusaron del poder que les dan la ley y la ciudadanìa impidiendo violentamente que los ciclistas se entrenaran circulando por una autopista. Coincidiremos en que tanto Walter como los demàs deportistas violaron a sabiendas la norma que prohibe circular en bicicleta por ese tipo de vìa.

Tambièn coincidiremos en que la mayorìa de los contratos de usufuructa de esas autopistas parece haber sido demasiado permisivo con respecto de la habilitaciòn de colectoras como Dios manda.

Y que si es un disparate que los ciclistas pedaleen por la vìa principal, no lo es menos autorizarlos a hacerlo. justamente, por colectoras por las que, entre otras cosas y por sòlo mencionar la del Acceso Norte, viajan varias líneas de colectivos.

En sìntesis podrìamos decir que Walter y sus amigos sabìan que no tienen permitido circular por donde lo hicieron y que los gendarmes saben que ser parte de las fuerzas del orden no autoriza a maltratar a nadie.

Ni siquiera a quienes violan la ley o cometen una infracciòn. Ni un gendarme, ni un prefecto, ni un policìa estàn habilitados para eso.Pero el episodio en sì no deja de ser una muestra mas de la miseria a la que sometemos a la gran mayorìa de los deportistas argentinos, Inclusive a los medallistas olìmpicos.

Porque esto que pasò merece titularse "Asì se entrenan nuestros campeones". Como si nos sobraran, ya no sòlo no estamos abocados a la tarea de ayudar a que Walter afiance la sucesiòn del retirado Juan Curuchet y defina cuanto antes con quièn intentarà defender el tìtulo en Londres, sino que no creamos ni la mìnima condiciòn para que se entrene como corresponde.

He leìdo muchas declaraciones en las que se habla, con justa razòn, de la indignaciòn que provoca el trato que le dieron a quienes, simplemente, transgredieron una norma. Lo que no encontrè aùn en ningùn lado es la soluciòn al problema deportivo.

Y aùn advertidos del riesgo bajo el cual se entrenan los muchachos, los responsables del deporte argentino en sus diferentes niveles por el momento siguen dejando el asunto en manos de Pèrez, y su habilidad para pedalear sin que lo encuentren los gendarmes. Ni que lo atropelle algùn camiòn

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