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lunes, 20 de julio de 2009

Soldados de Cuba y EE. UU. ... de Urgente 24 y The Miami Herald

Soldados de Cuba y EEUU realizan maniobra conjunta

Un marine de EEUU levanta una tapa para mostrar la entrada a un túnel que pasa por debajo del camino que conduce al centro de la base militar de Guantánamo, y que está ubicado cerca de la cerca fronteriza con terrotorio cubano.

JOHN VANBEEKUM / The Miami Herald
Foto

Por CAROL ROSENBERG / Base Naval de Guantánamo
crosenberg@MiamiHerald.com

Unos 150 soldados estadounidenses y cubanos trabajaron la semana pasada hombro con hombro, poniendo a prueba su colaboración en un campo minado que ha dividido durante mucho tiempo a ambos países, adversarios de la Guerra Fría.

Un helicóptero militar cubano voló sobre territorio de la base naval y arrojó 500 galones de agua salobre sobre una plancha de madera ardiendo en un simulacro de extinción de un incendio forestal. Por su parte, marineros estadounidenses entraron a territorio cubano para establecer un centro médico de emergencia en un simulacro administrado por las fuerzas armadas de los dos países en caso de catástrofe.

En casi cualquier otra parte esto hubiera sido un ejercicio de entrenamiento rutinario. Y, aunque las fuerzas armadas de Estados Unidos en esta remota base han participado en este rito anual con la Brigada de Guardafronteras de Cuba, el gobierno del presidente George W. Bush prohibió que se diera a conocer información. El Comando del Sur respondía preguntas sobre la fecha, hora y tipo de operaciones con "no tenemos comentario alguno''.

Esta vez las fuerzas estadounidenses muestran un tono diferente: ofrecieron detalles pero se negaron a permitir que los periodistas presentes en la base para las audiencias de los tribunales militares observaran el "ejercicio de pérdida de vidas en masa''. Los marineros fotografiaron el simulacro pero no se les permitió dar a conocer las imágenes, dijo el vocero de la base naval, Terence R. Peck.

Jack Sheehan, general retirado de la Infantería de Marina, dijo que pensaba que es una "prueba de opinión pública'' por parte del gobierno de Obama, que trata formas de abrir las relaciones con La Habana.

La Casa Blanca ha anunciado en lo que va de año varias iniciativas relacionadas con Cuba, como eliminar las restricciones a los viajes de cubanoamericanos a la isla y votar en la OEA a favor de un proceso que permite el regreso de Cuba a la organización tras casi 50 años.

Y hace poco se reanudaron las conversaciones diplomáticas entre ambos países en materia de inmigración, que el gobierno de Bush suspendió hace siete años.

Sheehan, quien fue jefe del Comando Atlántico de Estados Unidos entre 1994 y 1997 y ha trabajado a favor de relaciones más estrechas entre las fuerzas armadas de Estados Unidos y Cuba, declaró a The Miami Herald que estableció el simulacro como parte de un acercamiento a unas fuerzas armadas que, afirmó, jugarían un papel crítico en cualquier transición de la sociedad cubana.

Sheehan dijo que el gobierno de Obama probablemente implementa "un proceso gradual'' de revelar y, potencialmente, sacar partido a las relaciones militares de ambos países en Guantánamo. ‘‘Nunca le hemos hecho propaganda, en el mejor sentido del término, porque era algo muy polémico'', dijo.

Líderes del Pentágono se negaron a comentar sobre el cambio. Voceros de la Marina se limitaron a decir que la base naval "ha fomentado una relación positiva con la Brigada Fronteriza de Cuba. . . como resultado de nuestra responsabilidad compartida en esta región de la isla''.

Sheehan dijo que el acercamiento militar comenzó a mediados de los años 90 cuando los dos países firmaron acuerdos migratorios para detener la ola de balseros que trataban de cruzar el Estrecho de la Florida con destino a Miami.

Las discusiones de entonces, afirmó, incluyeron la eliminación de los campos minados y qué sucedería si un caza estadounidense se adentra accidentalmente en territorio cubano.
Las conversaciones se profundizaron cuando el gobierno de Bush decidió instalar los campamentos de prisioneros de la guerra contra el terrorismo en Guantánamo, dijo Bob Buehn, capitán retirado de la Marina y ex jefe de la base.

Los estadounidenses informaron a sus contrapartes cubanos antes de la fecha de llegada del 11 de enero del 2002 de los acusados de terrorismo, y el gobierno cubano permitió que aviones militares estadounidenses con sospechosos de Al Qaida desde Afganistán sobrevolaran territorio cubano para no tener que hacer aterrizajes arriesgados.

Pero estos contactos se mantuvieron en su mayor parte en secreto y eran mencionados de manera críptica por los jefes de la base mucho después para ilustrar lo que consideraban una "relación benigna'' a lo largo de una cerca de 17.4 millas.

Otro ejemplo: el año pasado, la Marina se ofreció a trasladar por avión a un arzobispo estadounidense, Timothy Broglio, de la Base de Guantánamo a Gran Caimán a tiempo de tomar vuelo a La Habana.

De allí voló a Santiago de Cuba, a tiempo para decir a los feligreses en una misa al día siguiente, al otro lado del campo minado, que las tropas estadounidenses estarían encantadas de tener relaciones con los cubanos.

"Muchos de los soldados en la Base de Guantánamo querían hacer este viaje conmigo'', dijo Broglio a los católicos cubanos en una homilía en perfecto español. Broglio fue delegado del Vaticano en la República Dominicana.

"Roguemos a Dios por que algún día podamos compartir misa sin separaciones''.
Broglio es jefe de la Diócesis del Vaticano que se ocupa de los católicos y sus familias en las fuerzas armadas de Estados Unidos.

Broglio declaró a The Miami Herald que la Marina de Estados Unidos facilitó su viaje, pero que la iniciativa había sido del obispo de Guantánamo, quien se había enterado de que el arzobispo estadounidense visitaría la base naval de 45 millas cuadradas.

Cuba rechazó una petición de la Arquidiócesis de Guantánamo de permitir a Broglio cruzar los campos minados por un camino que comunica la base naval con el territorio cubano.

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