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jueves, 9 de julio de 2009

El Tadek

El Tadek


En uno de sus textos el escritor peruano radicado en Estados Unidos, Daniel Alarcón, menciona el Tadek.

El tadek es aparentemente una vieja práctica de justicia de los aborígenes de la Amazonia peruana y alrededores.

En qué consiste: cuando se comete un crimen ( demos la interpretación estadounidense de crimen, igual a delito de cualquier especie). Se procede de la siguiente manera (y al no encontrar al autor):

Se reúnen los notables de la comunidad y eligen a una criatura menor de diez años, perteneciente a cualquier familia, la llevan a la choza principal por unos días y le dan de beber brebajes que intoxican la mente, produciéndole alucinaciones y visiones extrañas.

Una vez que entra en éste estado, el niño/a, es sacado de la habitación donde estuvo encerrado y liberado en el mercado del villorio, donde previamente han sido convocados todos habitantes de la comunidad.

El niño lo único que visualiza son figuras geométricas, círculos, rectángulos, contornos, figuras difusas, colores psicodélicos, ve lo externo de algo que se mueve o se queda quieto y para él es "lo extraño, lo diferente", en ése estado de alucinación y temor, identifica tan sólo figuras "extrañas "( extrañas por el estado de convulsión en el que está).

Bamboleándose y moviéndose entre la multitud identifica “algo” y se dirige a él y lo señala, y lo señala de la cintura para arriba o de la cintura para abajo.

De esas señas depende el miembro que le cortaran a la persona identificada, arriba un brazo; abajo una pierna. Según el delito cometido, el brazo más importante o los dos.

La pierna más importante o las dos.

El señalado, acepta con resignación el castigo, porque “ es” culpable de “algo”.

Por acción, por omisión o porque prefiere ser él, el elegido y no su hijo, su esposa, o su padre anciano que ya no podría vivir mutilado.

Esta práctica quedó en desuso por medidas tomadas por los gobiernos provinciales y nacionales y porque las poblaciones se veían impedidas de proyectarse ,por los jóvenes que emigraban en busca de mejor futuro y la cantidad de mutilados que dejaban el atavismo justiciero.

Con el tiempo descubrieron que éste sistema de señalamiento al "extraño, al diferente", en un estado provocado por alucinación compulsiva, desmembraba su sociedad, y la volvía rencorosa, resentida, remisa a cambios, estupidizada, sin compromisos, huidiza, y desconfiada.

Con el tiempo,tambien, la gente se empezó a preguntar, el porqué del cercenamiento de sus miembros, el porqué;lo había aceptado cómo "normal", cuál era" su culpa", y si el niño no había sido inducido a señalar a determinadas personas.

El ejercicio justiciero con el tiempo fue desapareciendo. Pero las comunidades estaban destrozadas.

Cuando llegó la guerra de insurrección al Perú, que dejó más de 70.000 muertos oficiales, millones de desplazados, cientos de miles de desaparecidos y más de dos millones de emigrados, entre los años 1980 y 1990, las prácticas del Tadek, volvieron.

Pero ésta vez no de la mano de los pobladores aborígenes, sí de las Fuerzas Armadas y de la Insurrección, dejando un Perú con miles y miles de mutilados.

Ya no usando a menores como “señaladores” de los distintos, de los extraños, de los que no eran como el común, sino adultos conscientes que denunciaban y señalaban, que eran colaboradores y colaboracionistas, dejando mutilada y divida a la sociedad, y justificándose , con “el por algo será”, “el algo habrán hecho”.

Yo?, peruano!!!!


abc ( ábrete cerebro) Radio Raúl
Raúl Martínez

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