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martes, 14 de julio de 2009

domingo 19 de Junio de 2009

Omar López Mato: "Todos somos monstruos"

A fines de 2008 el doctor Omar López Mato lanzó su libro “Monstruos como nosotros”, donde aborda el tema de las malformaciones que afectan a ciertos seres humanos y cómo, a comienzos de los siglos XIX y XX, algunos sujetos utilizaban a esas personas para lucrar en exhibiciones itinerantes de “freaks”.

La obra repasa toda clase de rarezas genéticas, pero también abunda en otros aspectos vinculados a la vida de los “fenómenos”.

López Mato ha escrito varios libros. “Criaturas del Señor”, “Ciudad de ángeles” y “Trayectos póstumos”, entre varios más.

Pero el que nos interesa hoy es “Monstruos…”, que circula por las librerías bajo la égida de Editorial Sudamericana.

“El libro relata las vidas muy particulares de seres humanos extraños, pasando por reyes como Carlos II de España, los enanos de Velásquez y Joseph Merryck, el hombre elefante”, relata el médico y escritor desde Buenos Aires.

“En los capítulos finales me explayo sobre la eugenética y sus errores, la idea de crear una raza superior y eliminar a aquellos que no son como nosotros”, añade.

-¿Por qué escribir un libro sobre “monstruos”?-

Cuando estudiaba medicina, cursé anatomía patológica en un hospital de pediatría. Allí un profesor, el Dr. Mieres, tenía una enorme colección de malformados que atesoraba en frascos llenos de formol. Asistir a clases junto a cíclopes, anencéfalos, anoftálmicos y niños de dos cabezas es, como imaginarás, una experiencia inolvidable.
Años más tarde leí algunos libros de un médico inglés, Jan Bondeson, que me introdujo en el “Freakery”, el mundo de seres particulares, exhibidos para divertimento del público. El tema me atrapó y lo profundicé.

-¿Cómo se relaciona este libro con sus anteriores obras?-

“Criaturas del Señor” fue escrito hace diez años en forma de entregas, para un periódico de Buenos Aires. Si bien eran artículos sobre tramposos, estafadores y amores extraños), igual abundaban los freaks. “Animalitos de Dios”, mi anterior libro, es un anecdotario de animales célebres como Jumbo, Rintintín y Bucéfalo, junto a algunas apreciaciones de grandes pensadores.

-Sus títulos son bien divinos, mucho Señor, mucho Dios…-

La aparición de Dios en mis títulos no es el reflejo de un espíritu religioso. En realidad me siento más un librepensador con varios puntos en conflicto con la Iglesia. Tenía un maestro en quinto grado que se llamaba Grande, a pesar de medir solo un metro cincuenta, y que ante nuestras burradas solía exclamar “No, animalitos de Dios”. De allí me quedó la frase que volqué en dos libros.

-¿Le gustan las rarezas?-

No puedo negar cierta fascinación por el tema, pero como médico las tomo con cierta distancia, como un cuerpo a disecar. Tengo otra fascinación mayor: los cementerios. He escrito un libro sobre el cementerio de la Recoleta y estoy haciendo otro sobre el de la Chacarita, porque me interesa la escultura fúnebre.

-¿Cómo logra no traspasar la línea entre lo informativo y el morbo?-

Generalmente lo llevo por el lado del humor y la ironía. Eso descomprime el espanto, en última instancia. Yo relato una serie de incongruencias y malentendidos. Comprenderlos desde cierta perspectiva debería ayudar a reírnos de nosotros.

-Un clásico de los fenómenos es la película “Freaks”.-

Exacto. “Freaks” fue el clímax de una época, de hecho fue rechazada por el público porque expuso muy crudamente la vida de aquellos que les servían de diversión. ¿Quiénes son más monstruosos? ¿La bella trapecista, el Hercúleo forzudo o los enanos? En una entrevista un viejo productor de espectáculos de freaks decía “Usted va a escribir un libro sobre ellos, yo reconozco que lucré a expensas de los freaks, pero les he pagado y ellos podían vivir.

Usted, ¿les va a pagar? Porque de no pagarles, usted también los explota”. La pregunta final es ¿quién es más monstruo, el que se expone, el que los explota o el que se ríe?

-¿Por qué hoy no se exhiben freaks?-

Después de la Segunda Guerra desaparecen de escena. ¿Por qué? Una razón son los mutilados de las guerras y la otra más importante es la talidomida.
El hombre se dio cuenta de que podía hacer monstruos en una proporción que ni el mismo Dios se hubiese atrevido.
De un día para el otro el mundo se llenó de chicos sin piernas, sin brazos, sin esperanzas.

A esto hay que agregar Hiroshima, Nagasaki y Chernobil. La humanidad se asustó de lo que podía fabricar.-Al final, ¿quiénes son monstruos?-Cuando uno conoce las leyes de la genética y estudia las posibilidades de las mutaciones, se da cuenta de que la vida es una tómbola y uno nace sano o enfermo por cuestiones azarosas.

Todos pudimos haber sido freaks, pero en lugar de hermanarnos con ellos los exhibimos para reírnos o los recluimos para olvidarnos de que quizás nosotros podríamos haber estado en su lugar. Todos somos monstruos de una forma u otra. A Johnny Eyck, un caballero sin piernas al que llamaban el rey de los freaks, fue atacado y golpeado por una banda de jóvenes “normales”. Hacia el final de sus días decía “si quiero ver monstruos, miro por la ventana”.

Esta nota es una versión extendida de un artículo publicado el 16 de marzo en el diario Las Últimas Noticias.

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